La sorprendente campaña del Lugo lleva firma cordobesa y exblanquiverde. El próximo visitante en El Arcángel llegará con 44 puntos, a sólo seis de su objetivo de la salvación y mirando ya a la pelea por las eliminatorias de ascenso a Primera. Con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, el primero de los artífices de la gran campaña del equipo gallego es su entrenador, Francisco Rodríguez, un hombre que en el pasado ha sonado como futurible en el Córdoba.

Y de lo cordobés y exblanquiverde nutrió el conjunto rojiblanco el entrenador almeriense. Juan Carlos, el portero del ascenso en el Gran Canaria, lleva encajados 33 goles, una cifra más que aceptable teniendo en cuenta el juego que practica su equipo. Un solo gol más que equipos como el Rayo, el Almería o dos más que el Granada, el Oviedo o el Zaragoza.

Campabadal sumó 1.400 minutos en esta temporada antes de llegarle la lesión de cruzado, el pasado mes de diciembre, cuando era más que fijo para Francisco. Al igual que Bernardo Cruz, que salió del filial sevillista para tener protagonismo en un club de Segunda y lo ha conseguido en la entidad lucense, en la que suma ya más de 2.000 minutos de juego.

El que no jugará en El Arcángel será Jaime Romero debido a la «cláusula del miedo» incluida en su contrato de cesión, aunque lo cierto es que no ha conseguido hacerse con la titularidad. Mucha culpa de ello la tiene, entre otros, un Fede Vico que vuelve a situarse en una línea estelar. Tanto, que a pesar de los numerosos intentos del Lugo por renovarle, el cordobés ha dado largas, lo que se entiende en la ciudad gallega como un claro ejemplo de que lo que tiene hecho con otro equipo. Algunos, incluso, aseguran que ese futuro está en Primera División. Casi 2.200 minutos, tres goles y otras tantas asistencias le convierten en imprescindible para Francisco. Tras comenzar en la izquierda, el técnico colocó en banda a Campillo, desplazando al cordobés como segundo delantero, posición que desempeñó en su última campaña en el Córdoba, bajo las órdenes de Berges, antes de marcharse a Bélgica. Una cara conocida y la más peligrosa, el próximo domingo en El Arcángel.