LUGAR DE NACIMIENTO LARACHE (MARRUECOS)

FECHA 6 DE MAYO DE 1938

EQUIPOS CORDOBA, ESPANYOL, AT. CEUTA Y BADALONA

HITO UNO DE LOS HEROES DEL ASCENSO EN HUELVA, EN 1962

PROYECTO ESCUELA DE FUTBOL EN LARACHE

--¿Desde cuándo no venía por aquí?

--Desde 1964, que pasé una vez para saludar a Juanín, porque cuando jugué aquí vívía junto a Ricardo Costa y a él, que en paz descansen, aunque siempre he hablado por teléfono con José Luis Navarro, con Mena, García, Mingorance, Benegas o Carmen, su señora. Pero pasar por aquí era difícil, porque siempre iba directo en avión a Marruecos.

--¿Qué recuerdos tiene de aquellos tiempos?

--Mis recuerdos son magníficos. He sido bien tratado, he sido mimado, gracias a la afición y a los presidentes que tuve en Córdoba. Llegué el primer año, nos quedamos en Segunda, luego subimos, estuve dos años en Primera y me fui al Espanyol. Pero el Córdoba se quedó en Primera hasta el 72. Pero si ahora el club no se rodea de experiencia, no lo veo claro.

--Siempre me hablan del compañerismo que había en aquella época.

--Más fuera del vestuario que en el vestuario, incluso.

--Ahora se habla de las salidas de jugadores. ¿También ocurría entonces?

--No, nunca. Eramos disciplinados, porque cuando el míster decía a tal hora en cama, normalmente estábamos a esa hora en cama. Nuestro oficio lo respetábamos.

--¿No pasaban esos casos de ahora en el Córdoba?

--Era raro que pasara. Normalmente no pasaba. Eramos conscientes de nuestro oficio, de la responsabilidad que teníamos y cumplíamos. La prueba de ello es que subimos y mantuvimos al Córdoba en Primera. Profesionales que cumplieron. Eran otras circunstancias. Cuando no te mantienes es por dos motivos: o por motivos económicos o porque los dirigentes no han sabido encauzar correctamente todo para lograr el objetivo. Así lo veo yo.

--¿Esa hermandad era el secreto del éxito?

--Sí, nos apreciábamos mucho, nos ayudábamos, nos aconsejábamos uno al otro. Si, como decías, uno pensaba en pasarse había otros que le decían que había que irse a casa. Era una hermandad más que un equipo.

--¿Los mejores recuerdos?

--Muchos. El ascenso a Primera, por supuesto, es un gran recuerdo. Ganar al Valencia u otros equipos grandes de la época.

--¿Cuál es el secreto para estar muchos años en Primera?

--Era una unión entre el equipo, la afición y la directiva. Porque mantener un equipo en Primera no es fácil. Sobre todo en aquella época. Ahora hay bastante más dinero. El Córdoba de entonces era muy pequeño, pero tenía un corazón muy grande.

--¿Qué fue de usted después del fútbol?

--El fútbol fue una suerte para mí. En Francia me saqué el título de entrenador y de ahí me fui a Arabia Saudí, a entrenar a la selección militar. Aún voy seis o siete meses al año por allí. Vivo en Bélgica y ahora mi proyecto es realizar una escuela de fútbol en mi pueblo, Larache, con la ayuda del gobernador y del ayuntamiento.

--Hábleme del Córdoba actual.

--He visto varios partidos esta teporada y, la verdad, lo veo bastante flojo. Le deseo suerte porque tiene que ganar mucho de lo que le queda para salvarse y eso lo veo un poco difícil.

--Aquí está el debate de los jugadores cedidos.

--Es un problema. Tiene que ver con lo que te he dicho antes. El presidente debe tener consejeros de Córdoba, gente del fútbol que estuviera aquí muchos años, para que sea consciente. Mira el Málaga. ¿Por qué el Córdoba no lo hace? El presidente debe estar para la económico, bien, pero también en el fútbol. Está bien que piense en el comercio, pero también en la ciudad y en el club. Debe dejarse aconsejar.

--¿Qué le diría a la afición?

--Es mi afición. Deseo de corazón que se quede en Primera y que ojalá el presidente piense en la experiencia, en los veteranos, no solo en lo comercial. Le vendrá bien a él y al club. Espero que la afición reaccione. Y la prensa también (ríe).