El contraste en el terreno de juego de El Arcángel se produjo el pasado domingo en una escena que es dolorosamente habitual en esta temporada: la vuelta a los terrenos de juego de Deivid después de seis meses y medio de ausencia y, por otro lado, la lesión de Federico Piovaccari, cuyo «esguince de grado II-III», según los servicios médicos, le tendrá apartado de la competición «al menos, cinco semanas». Es el último castigo a una plantilla, corta y descompensada, sobre la que podría pensarse que todos los jugadores han tenido algún contratiempo, que pocos se han salvado. Pero no es así.

La pasada temporada, a la altura de la jornada 32, 12 jugadores se habían perdido algún encuentro por estar en la enfermería y, de esa docena, ocho se perdieron tres encuentros consecutivos o menos. Es decir, que sus ausencias, en la mayoría de los casos, no pasaron de la quincena, casos de Stankevicius (una, en la jornada 16), Rafa Gálvez (una, en la jornada 13), Luso (una, en la jornada 26) o Markovic (tres, de la jornada 28 a la 30), entre otros. La ausencia más prolongada fue la de Víctor Pérez, cinco jornadas, de la 28 a la 32 (aún estaría dos más, la 33 y la 34). También Cisma estuvo lesionado de la jornada 15 a la 18 o Xisco, de la jornada 4 a la 7. 48 ausencias en total, aunque muy repartidas, ya que apenas tres jugadores se ausentaron, como mucho, un mes.

En esta temporada, el número de jugadores afectados ha sido prácticamente el mismo, incluso uno menos, 11. Pero más de la mitad, seis, se han perdido más de un mes y en la mayoría de esos casos han estado en el dique seco varios meses. Así, mientras que hace un año el número de partidos perdidos por lesiones eran de 48, a estas alturas de la temporada actual sube hasta los 69, prácticamente un 33% más. Para colmo, esas ausencias han estado concentradas en esos seis jugadores, futbolistas con los que no se ha podido contar durante varios meses.

Para empezar, Sasa Markovic comenzó la temporada en recuperación y no recibió el alta médica hasta la jornada 19 para entrar en su primera convocatoria (sin jugar) en la jornada 22. Deivid ha vivido un desierto de 25 jornadas, 195 días fuera de los terrenos de juego. Domingo Cisma ya estuvo ausente en estas misma temporada cinco jornadas, de la 9 a la 13, el mismo número de partidos que estuvo de baja Pedro Ríos de la jornada 4 a la 8. Igual caso el de Juli, que cumplió en la pasada su quinta jornada consecutiva ausente de los terrenos de juego. Esos cinco jugadores, varios de ellos con un alto nivel de veteranía suponen 61 de las 69 ausencias que suma el equipo por lesión hasta ahora y que representan, sólo en problemas médicos más de dos futbolistas de baja por jornada, sin contar sanciones, fichajes de última hora (como el de Bergdich) o problemas como el de Caballero, la pasada temporada, o Bijimine, en ésta.

Además, Carrión debe lidiar con otros jugadores con evidentes problemas físicos y que aparecen y desaparecen de las convocatorias tras ser titulares, caso de Antoñito, o como Luso, que entró en la lista de convocados en el último encuentro de Liga a pesar de haberse entrenado un solo día en toda la semana.

El futuro tampoco se presenta excesivamente halagüeño, vistas las lesiones de Caballero, Domingo Cisma o, la última, protagonizada por Federico Piovaccari, que añaden no más lesionados que la temporada pasada, pero sí durante más tiempo en un plantel corto y descompensado.