La visita del Córdoba a Mallorca, el próximo domingo, puede ser la oportunidad perfecta para que los blanquiverdes rompan la triste serie que acumulan con siete derrotas consecutivas como visitantes. Un triunfo, además de aumentar las posibilidades de permanencia de forma exponencial, asestaría el golpe definitivo a uno de los aún rivales por la permanencia en Segunda. Es obvio que para el hoy equipo de Sergi Barjuan, el encuentro del próximo domingo es un punto de no retorno: si gana podría seguir teniendo esperanzas de salvació, pero si sale derrotado tendrá muy complicado reponerse del golpe, aunque aún restarían siete jornadas por disputar. Para los blanquiverdes, el triunfo supondría meter 11 puntos de diferencia a los bermellones y como mínimo ocho al Mirandés, que giraría visita a El Arcángel en la siguiente jornada, con lo que el Córdoba eliminaría a dos rivales directos por la salvación.

Y el escenario que se va a encontrar el Córdoba en Palma será el ideal para sus intereses. Los bermellones no logran el triunfo desde la jornada 25, en la que se impusieron en Son Moix al Rayo Vallecano por 2-1. Desde entonces, cuatro empates y cinco derrotas, con lo que son el peor equipo de los dos últimos meses. De esas nueve jornadas, cuatro actuaron como local y cinco como visitantes. En Son Moix fueron goleados por el Tenerife (1-4) y salvaron un punto ante el Lugo (1-1), Levante (1-1) y Nástic de Tarragona (0-0). Fuera de casa han contado sus partidos por derrotas salvo en Murcia, contra el UCAM (1-1): Girona (1-0), Huesca (2-1), Alcorcón (1-0) y Zaragoza (1-0).

Lógicamente, los nervios han aparecido en la afición, ya que el Mallorca nunca ha descendido a Segunda B y en caso de descenso dejaría el fútbol profesional casi 40 años después. En el último encuentro en Son Moix, una treintena de aficionados esperaron a los jugadores y a los directivos para mostrarles su enfado y preocupación por la situación del equipo.

Para colmo, la llegada del tercer entrenador en lo que se lleva de temporada, lejos de despejar algunas dudas las ha aumentado. Sergi Barjuan apenas tocó el once titular en su estreno como entrenador bermellón, en ese empate ante el Nástic. Sin embargo, en el último encuentro liguero, el entrenador catalán apostó por los más jóvenes en muchas zonas del campo y cambió (incluyendo a Raíllo) a medio equipo titular con respecto a la jornada anterior y al once tipo de Olaizola. Pero tampoco llegaron los resultados, ya que el Mallorca cayó en La Romareda y, lo que es más preocupante para sus seguidores, empeorando las sensaciones con respecto a la etapa del antecesor de Sergi Barjuan en el banquillo. Al igual que el Córdoba hasta hace muy poco, el Mallorca tiene un serio problema en casa, en donde sólo ha ganado cinco de los 16 partidos que ha disputado. Eso sí: de esas cinco victorias, tres han sido contra rivales directos: la mencionada ante el Rayo, Mirandés y Alcorcón. Y su único triunfo fuera fue en El Arcángel. Pero está claro que el Córdoba se va a encontrar en Son Moix a un Mallorca hecho un cuatro.