Lo declaró Jesús León en la rueda de prensa del miércoles de la pasada semana, su entorno aseguró a este periódico que se ofreció a los representantes de Azaveco, aquella mañana, eliminarla y hasta la propia documentación aportada por Carlos González, el pasado viernes, confirmaba que, tal y como aseguró el propio León en su rueda de prensa, la pignoración por el préstamo entre empresas no afectaba a la garantía de cobro por parte de Carlos González que, por cierto, sí que tenía pignoradas las acciones hasta el 31 de julio próximo (como garantía de pago de los 5 millones del plazo) y era el único que realizaba dicha operación. Pero aún así, tanto León como Oliver cumplieron la palabra que dieron en la notaría y en rueda de prensa y ayer eliminaron notarialmente la pignoración de acciones por el préstamo de Bitton Sport a Aglomerados Córdoba para la compra del Córdoba y cuyo plazo de devolución era de tres años, por lo que era imposible que se ejecutase. Por lo tanto, y para evitar la más mínima suspicacia, los aún aspirantes a comprar el Córdoba CF eliminaron dicha pignoración por lo que el argumento principal de Carlos González para no vender, dado en la rueda de prensa del pasado viernes, ha quedado en entredicho, aunque se desconoce con exactitud el alcance que pueda tener este movimiento de León y Oliver.

Sí se sabe que el propio Carlos González ofreció un puesto en el consejo de administración a Jesús León. El ofrecimiento se produjo el viernes por la tarde, pocas horas después de la rueda de prensa que ofreció en El Arcángel el aún máximo accionista para anunciar que posponía la venta del club «hasta junio». El ofrecimiento podría encajar con la intención de Alejandro González, explicada en este periódico desde el pasado verano, de no continuar siendo la cara oficial de la entidad blanquiverde. En cualquier caso, el empresario montoreño declinó el ofrecimiento. Fuentes del entorno de León aseguraron a este periódico que «si entra en el Córdoba será como presidente y propietario; si no, no».

Para ello, el requisito que Azaveco pidió en la notaría el pasado 10 de enero, aunque no había necesidad, ha sido solventado.