El presidente del Córdoba, Jesús León, compareció ayer en sala de prensa para presentar al nuevo director deportivo, Rafa Berges. Aunque tras el revuelo causado por las palabras del exmandatario Carlos González, publicadas por este periódico, el tema principal de su alocución fue la cuestión del paquete mayoritario de acciones y los problemas que el club blanquiverde afronta con el límite salarial.

Si en su última comparecencia León se mostró algo alicaído y fue políticamente correcto, ayer dio un giro a su estilo y demostró un estado de ánimo mucho más duro y contundente. Quiso ser claro y tajante con los principales temas extradeportivos que flotan en torno al Córdoba y transmitir su ya habitual mensaje de «tranquilidad y calma», matizadas por una apelación al orgullo de lo conseguido la temporada pasada y del compromiso personal que asumió cuando compró el paquete mayoritario de acciones. «Me he jugado todo lo que tengo en el Córdoba», llegó a decir León, que aseguró que se está «dejando la vida», trabajando veinte horas al día, desde las cinco de la mañana», para solventar la situación. "He tenido reuniones en Madrid y también con gente de Costa Rica para un patrocinio", dijo en un lapsus que posiblemente desveló una negociación para un acuerdo comercial.

Sobre la denuncia de Carlos González, que asegura que el club ya es suyo y que no tiene ningún acuerdo con León, el presidente del Córdoba afirmó que «todo forma parte de los reajustes del acuerdo de contrato de compraventa. González y yo estamos buscando un punto de encuentro por la diferencia surgida entre ambos». León trató de quitar hierro al asunto, y llegó a decir que «en los próximos días estará todo solventado», puesto que «Carlos no me ha dicho que no haya un acuerdo, el otro día hice el pago de un millón de euros dentro del acuerdo pactado y seguimos hablando». Sobre ese acuerdo que afirma tener con González, Jesús León reconoció que «teníamos pactado el ingreso del millón de euros que ya aboné, y un acuerdo con unos plazos. Cada uno tiene sus argumentos. No voy a abandonar el barco, me lo he jugado todo. Estoy dando pasos firmes y concretos para arreglar la situación». Y para finalizar la cuestión de González, negó en redondo que tema la judicialización del Córdoba, tal y como aseguró que pedirá el exmandatario del club cuando habló a este periódico de un «administrador judicial» que vele por la situación. «No voy a hablar de temas que lo enturbian todo. No tuve miedo a meterme en un barco hundido para salvarlo, un barco que ahora todos quieren. No temí cuando firmé con todas mis garantías. Lo que temo es darle la vuelta al límite salarial, si tengo que temer algo, pero voy a lucharlo».

EL LÍMITE SALARIAL

Precisamente sobre el ya manido problema con el límite salarial se explayó Jesús León, que dijo que no hace «otra cosa que pensar en el límite salarial y en cómo resolverlo». El montoreño mandó un mensaje a la afición, a la que afirmó que «voy a solucionar el problema del límite porque no voy a tirar la toalla». Y afirmó que la cuestión «se mediatiza en exceso». «En la mayoría de los clubs la cifra de inicio no tiene nada que ver a cómo acaba», añadió.

LA RELACIÓN CON TEBAS

León negó que «tenga ningún problema» con el presidente de la Liga, aunque matizó, ya que «si estuviéramos en Segunda B, nadie se acordaría de nosotros porque habríamos bajado. Prefiero estar en Segunda pero salvados, con todos los problemas, y no en Segunda B». Eso sí, aseguró que «mis relaciones con la Liga son buenas, no tengo argumentos para decir lo contrario, es una relación como la de los otros clubs. No siento que me traten mal cuando voy a la sede de la Liga».

Para finalizar su comparecencia, León quiso mandar un último mensaje. «Ganas e ilusión no faltan para reconstruir lo que haya que reconstruir, pero desde Segunda División». «A todos los que dudan y generan crispación les digo que los problemas tienen solución».