Al Córdoba le está costando casi tanto como ganar terminar sus partidos acabar con los once jugadores sobre el terreno de juego, algo desconocido en la plantilla cordobesista en la primera vuelta y que se está volviendo una costumbre en las últimas jornadas. Y es que desde el encuentro en El Arcángel ante el UCAM Murcia, las expulsiones y las sanciones posteriores han sido la tónica habitual en el primer equipo.

Comenzó con la lista negra Edu Ramos al soltarle un improperio al árbitro ante los universitarios. Al ex del Albacete no solo le costó no terminar el encuentro, sino que se pasó dos partidos castigado.

Después, Aguza y Luso -este desde el banquillo- también veían la roja. El ex del Alcorcón, por discutir con el árbitro y obstaculizar a un rival, mientras que al maño le cayeron otros dos partidos de suspensión. También por discutir fue expulsado Domingo Cisma, con su respectivo partido de baja. Y hasta el entrenador, Luis Carrión, está sancionado por dirigirse al colegiado. Solo Pedro Ríos salió expulsado por un lance de juego. Un lance totalmente innecesario y que le deja pendiente de sanción, una forma de inmolarse en el campo.