No pocas finales le esperan al Córdoba por la salvación, empezando por la que tiene que afrontar hoy (18.00 horas) en casa de un rival directo, el Gimnástic de Tarragona. En esta ocasión lo hace con un punto más de tranquilidad por el triunfo sobre la bocina ante el Alcorcón en un mal partido, aunque con varios problemas añadidos a los que, ya de por sí, refleja la misma clasificación.

Para empezar, las bajas. Deivid afronta el último tramo de su recuperación. A Antoñito no le dio tiempo para estar a disposición de Carrión, mientras que la ausencia de Bijimine se puede deber tanto a que su problema físico no está resuelto completamente como a un deseo del técnico de prolongar con el castigo deportivo el ya impuesto en su momento por el club. Tampoco podía entrar en la lista Domingo Cisma, castigado por el Comité de Competición con un partido por su expulsión en la pasada jornada, mientras que Carrión deberá estar en la grada del Nou Estadi en el primero de los dos encuentros con los que también fue sancionado. Y, finalmente, Juli, que protagonizará hoy la primera de las cuatro ausencias, al menos, que sufrirá el alicantino por su problema muscular. El jugador que más minutos ha jugado hasta ahora es una de las bajas más sensibles que tendrá Carrión, que podría tirar de Alfaro para que la redención iniciada ante los alfareros con su gol tenga continuidad. Aunque vista la nómina de mediocentros que tiene el catalán y dada la importancia extrema del encuentro tampoco sería extraño que decidiera poblar el mediocampo y dar al 1-5-3-2 un perfil con algo de más músculo en la medular. Arriba tampoco lo tiene claro Carrión, ya que Rodri arrastra algunas molestias y en función de éstas podría repetir titularidad con el soriano o tirar, en su defecto, de Federico Piovaccari.

El trío de la medular parece claro con Edu Ramos, Javi Lara y Aguza, aunque con una defensa tan atrasada se echa de menos a un hombre con más llegada al área rival, como podría ser Sasa Markovic. Una defensa que también tendrá ausencias que resolver. Pedro Ríos tomará el relevo, de nuevo, de Antoñito, aunque al jerezano parece que le cuesta mantener el ritmo durante los 90 minutos y a partir de la media hora de juego se le hace difícil bajar hasta la línea de la zaga. El castigo a Domingo Cisma se solventará con el regreso de Luso Delgado, lo que obligaría a Caro a actuar en el flanco izquierdo de la línea de tres centrales, que completa por dentro Héctor Rodas. Bíttolo no transmitió malas sensaciones en el encuentro ante el Alcorcón, a falta de lograr un punto óptimo de forma. En la portería repetirá Razak Brimah tras la apuesta realizada por Carrión hace dos semanas que sorprendió a todos, ya que Pawel Kieszek había sido hasta ese momento uno de los jugadores más destacados del equipo.

Enfrente no tendrá el Córdoba a un rival fácil, ni mucho menos. El Gimnástic de Tarragona, a los mandos de Juan Merino y aunque sea con no pocas complicaciones está logrando salir del pozo en el que ha estado metido toda la primera vuelta. De hecho, 22 jornadas de las 27 disputadas hasta ahora las ha pasado el equipo grana en puestos de descenso a Segunda B.

Pero el 2017 y el trabajo del entrenador gaditano, así como los cuatro refuerzos invernales (incluido Emaná) han sentado bien al Nástic, ya que en lo que se lleva de año sólo ha caído ante el líder, ha sacado más puntos que el Getafe o el Lugo, por ejemplo, y sólo ha sumado un punto menos que el Valladolid o tres menos que el Real Oviedo. Ritmo de puntuación de candidatos serios a las eliminatorias de ascenso.

A pesar de ello, Merino aseguró el viernes que tuvo que dar «un toque de atención» a su plantilla porque ésta, tras verse fuera de los puestos de descenso, se vio envuelta en cierta «euforia». Al igual que hace dos semanas, el técnico grana decidió hace ya muchas más cambiar el dibujo del equipo a una línea de tres centrales en la que uno de ellos, el diestro, era el hasta ese momento lateral derecho, el japonés Suzuki. Mientras que a la izquierda dejó a Mossa, a la derecha introdujo a Lobato como carrilero.

El mediocampo catalán se ha de tener en cuenta, con hombres como Cordero, Madinda o Tejera, aunque tiene Merino una baja sensible en la figura de Luismi, llegado en enero pero que se hizo con la titularidad desde el primer momento. Además, hombres como Muñiz (cuatro goles), que será baja hoy, o Jean Luc le dan un perfil más ofensivo a lo largo del encuentro en caso de necesitarlo. Arriba tiene el Nástic a un jugador que puede decidir un encuentro por sí solo como es Achille Emaná, aunque en Tarragona se comenta que Merino sopesa dejarlo hoy en el banquillo de inicio tras hablar con él sobre el terreno de juego el pasado jueves. El camerunés parece ser el más «afectado» por esa «euforia» que criticó el entrenador, por lo que podría alinear de inicio a Álex López y Delgado. El chileno llegó como estrella emergente a Tarragona, pero apenas contó con minutos y en las últimas jornadas Merino lo ha recuperado, a lo que el sudamericano ha correspondido con goles.

Por si alguien aún no se lo creía, Merino se encargó de recordar que el encuentro de esta tarde era para el Gimnástic de Tarragona «una final» que había que jugar «al 120%». Es la oportunidad para los catalanes de salir por fin de los puestos de descenso e incluso de meterle dos puntos de ventaja a los blanquiverdes o cuatro al Rayo Vallecano.

Pero ante sí tendrá un Córdoba que acude con algo del ánimo recobrado tras ganar en El Arcángel cinco meses después, aunque fuera en el minuto 93, de rebote y tras un encuentro que no invitaba, precisamente, al optimismo. Pero los resultados son los resultados, y aquel triunfo ante el Alcorcón puede servir como cabeza de puente para la recuperación si tiene continuidad esta tarde en el Nou Estadi. Un Córdoba que intentará hoy evitar una nueva recaída que supondría otro golpe moral.