Debut con triunfo del Córdoba B de Jorge Romero, que se impuso a la Bolompédica Linense, al que mete en la pelea por la salvación, para tomar algo de oxígeno en la clasificación y reencontrarse con la victoria en El Arcángel.

Tuvo algunos condicionantes Jorge Romero, representado en el banquillo por Salva Romero, su segundo, al no haberse tramitado a tiempo la ficha del nuevo entrenador del filial. Así, Moha, sancionado, y Fran Serrano, lesionado, siguieron el partido desde la grada, con Verá y Soler en sus respectivas posiciones.

Comenzó sufriendo un Córdoba B al que le costaba en exceso llegar a la portería rival. Antes de los 10 minutos, un disparo desde la frontal fue el primer aviso de la Balona, que poco después no se adelantaría porque Marc Vito salvó un mano a mano ante un rival. No cesó el ataque rival y en un córner al punto de penalti, el remate se marchó lamiendo el larguero.

Pese al acoso visitante, fue el filial el que se adelantó gracias a un córner cerrado de Sebas Moyano que Pablo Vázquez peinó a gol.

Tras el tanto, el B empezó a sentirse más cómodo y a rondar el área rival, aunque las ocasiones claras seguían siendo de la Balona. Pablo Vázquez tuvo que salvar bajo palos al equipo, ya con Vito superado, para que no penalizase el tremendo error de Soler en el centro de la defensa. Y con alguna intervención más del portero cordobesista.

Mientras, el B iba a arreones. J.A. González probó desde lejos provocando el córner que sería el 2-0 cuando Verá rebañó el balón que el meta visitante no acertó a atrapar.

Aún quedaba la última. En una buena combinación por la izquierda, con un toque de mucha clase de Quiles, José Antonio González se plantó ante el meta rival para picarle el balón con maestría en un bonito gol.

Había sufrido el filial en la primera mitad, pero su máxima efectividad le permitía irse al descanso con el partido más que encarrilado.

La segunda parte comenzó más o menos igual, con algo más de posesión y llegada, pero con la Balona generando el peligro real.

Antes de la hora, dos intervenciones de Vito habían impedido que los rivales recortaran distancias. Incluso los rivales dieron algún palo, pero era el día del nuevo filial.

Romero metió a Brian por un desfondado Verá cuando los visitantes llegaban al área de Vito más por inercia que por convicción. Pero ya estaba el partido más que sentenciado y el filial ve la permanencia más cerca.