La plantilla del Córdoba regresó ayer al trabajo con una sesión vespertina y a puerta cerrada en la ciudad deportiva Rafael Gómez. Albert Ferrer ya se centra en el objetivo de abrir el casillero de triunfos tras la derrota en el Bernabéu y los empates en El Arcángel ante el Celta y el Almería en el Juegos Mediterráneos. Mientras que recupera a Gunino y pierde a Campabadal, el técnico blanquiverde mira de reojo a López Silva, Luso y Caballero. Mientras que el primero estará disponible, salvo sorpresa, los dos siguientes apuran los últimos plazos para recibir el alta definitiva. No será, en todo caso, lo que más preocupa a Ferrer, que tendrá enfrente a un Sevilla que mañana debuta en Liga Europa en un encuentro ante el Feyenoord al que habrá que estar muy atento para las rotaciones que pudiera realizar Unai Emery teniendo en cuenta que los hispalenses deberán atender a dos importantes compromisos en el espacio de 72 horas.

FEDE CARTABIA Por su parte, el goleador cordobesista Fede Cartabia aseguró ayer que se plantea su temporada blanquiverde como un periodo de "aprendizaje" con vistas a su vuelta "a Valencia, mi casa" al finalizar esta campaña. Cartabia, en declaraciones a la Cadena Ser, confirmó que su contrato de cesión tiene una cláusula de compra por parte del Córdoba de ocho millones, "aunque el Valencia tiene un derecho de tanteo". Al ser preguntado por las particularidades del documento, el argentino comentó que "no sé. Lo que sí quiero es volver a Valencia. Yo me dedico a jugar y nada más".

Finalmente, el ritmo de venta de entradas para el encuentro del próximo domingo ante los sevillistas continuó ayer y el club consiguió colocar en total algo menos de 600 localidades. El duelo ante el Sevilla se marcó como el de la apertura del fondo sur alto, que junto al resto de ese graderío y el de fondo norte han sido los más demandados hasta ahora al ser los de menor importe económico. Unos 3.500 asientos aún se encuentran completamente libres a cinco días de la celebración del encuentro.