«Los accionistas no son responsables de la mala gestión del club en este apartado». Así se manifestaba ayer el vicepresidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Córdoba sobre la posible obligación por parte de la entidad blanquiverde de tener que reintegrar al patrimonio del club el reparto de dividendos que efectuó la pasada primavera. Del informe del ICAC, ratificado por Economía, el Córdoba no tuvo «nada que decir», aunque sí los pequeños accionistas. Antonio Garcés aconsejaba al resto de minoritarios a que «no procedan a la devolución mientras que no haya constancia fehaciente» para la misma y él entiende que ésta debe llegar a través de «un anuncio en un periódico de tirada nacional o local o el envío de cartas certificadas con acuse de recibo y especificación de su contenido» o, incluso «a través de burofax», ya que el club «es la única vía de comunicación que ha mantenido con nosotros y es a lo que nos remite siempre».

De ahí que el vicepresidente de los accionistas minoritarios entienda que «la comunicación para este caso ha de seguir el mismo camino que siempre ha impuesto el club». «Hay gente que ha cobrado 600 euros», asegura Garcés, que en caso de que ese dinero tenga que ser reintegrado al patrimonio de la entidad blanquiverde, entiende que «cuanto menos tendría que certificarse un balance de situación y, una vez devuelto ese dinero, ese millón y medio, verificar que se ha hecho». Finalmente, Garcés informó a este periódico que esta semana, probablemente el jueves, la asociación se reunirá para fijar una postura común de todos a la hora de actuar en caso de que la devolución de los dividendos deba ser hecha efectiva. Un asunto que Garcés centra en «la postura opaca y bloqueadora» del club para con sus accionistas.