Si alguien le hubiese dicho al Eibar que en esta jornada se podía jugar su continuidad en Primera --y en Ipurúa-- seguramente lo habrían firmado, pero el transcurrir del campeonato y su dificultad han hecho que no dependan de sí mismos, tras una primera vuelta de ensueño. Una efectividad con un rendimiento alto les puso en la zona media durante la mitad del campeonato y quizás los errores a nivel defensivo han castigado en exceso al equipo armero, un equipo que se apoya en la idea del fútbol solidario, el trabajo de grupo y la rentabilización de sus goles. Para ello es fundamental la seguridad defensiva, que ha desaparecido desde la jornada 30 en que ganaron por la mínima al Málaga y mantuvo el arco a cero.

Dispone el equipo armero de salida de un sistema 1-4-2-3-1, modificable a poder jugar con dos puntas en función de sus necesidades, con Irureta en la puerta --algo menor su rendimiento en esta segunda vuelta--. Línea de cuatro para Bóveda, el polivalente Lillo más Raúl o Añibarro y Didac, que parece haber afianzado su puesto; línea con llegadas por el exterior de sus laterales y algo de descompensación en el retorno.

Eje central en mediocampo para el equilibrio con Dani García y Borja, encargados ambos del orden táctico, con más posibilidades de incorporación para el ex del Getafe, que dan soporte a su línea de medias puntas, donde reside parte de su peligrosidad por la velocidad y verticalidad de hombres como Saúl, Manu, la calidad en el golpeo y pase del cordobés Javi Lara --pausa y distribución son sus credenciales-- o Mikel Arruabarrena, quien puede alternar posición con Piovaccari en la punta de ataque y funciones claras de hombre de área para el remate o trabajar el juego directo y opción de segunda jugada.

Un Eibar que sabe cuáles son sus cualidades y trata de exprimirlas al máximo. Aún más en esta definitiva jornada con la posibilidad en juego de la permanencia.

Si hay alguien que conoce bien al Eibar, su particular filosofía, Ipurúa y este tipo de partidos con el equipo armero es Guille Roldan, ex de ambos equipos (logró un ascenso con los armeros) y que en torno al partido nos comenta "partido difícil, míster, y con mucho en juego para los dos; unos por conseguir la salvación y otros, los nuestros, por conseguir una victoria para poder satisfacer a la ciudad y a la afición".

ORGANIZACIÓN DEFENSIVA

Es la presión en la salida desde atrás, si el contrario inicia, el control de la segunda jugada en defensa, en caso de juego directo y el repliegue si son rebasados, tres conceptos que trata de manejar el Eibar para encontrar la solvencia defensiva y hacer valer su capacidad de desgaste físico. Importante el papel que desempeñen sus centrales y mediocentros en la recuperación y el dominio del juego aéreo al igual para dotar de seguridad al recorrido y repliegue de sus compañeros como para temporizar a nivel defensivo. Desgaste y presión con idea de trabajo grupal para poder compensar ciertas dificultades en la elaboración del juego, sobre todo en ataque.

ORGANIZACIÓN OFENSIVA

Principalmente el Eibar se apoya en su juego de ataque en la verticalidad, los ataques por fuera con finalización en centros y acumulación de hombres en zona de remate y rechace y en la peligrosidad del juego aéreo y el dominio del espacio que tienen en Ipurúa. Verticalidad en sus acciones que encuentran algo de pausa si interviene tanto Borja como Javi Lara más el desequilibrio de Saul y Manu; acompañan Mikel y Piovaccari en el trabajo de descarga y protección. Fuertes en el cuerpo a cuerpo y potencialmente buenos rematadores en juego aéreo, faceta donde destaca el excordobesista Javi Lara como lanzador. Armas ya conocidas y que el equipo eibarrés explota.