Es un malestar que se ha extendido en el Córdoba en los últimos días, añadido a la ya de por sí preocupante situación deportiva. La entidad blanquiverde confeccionó hace ya más dos semanas el expediente disciplinario abierto en su momento a Nabil Ghilas, René Krhin, Bebé y Fausto Rossi por la salida nocturna después de la derrota en El Arcángel contra el Valencia y con entrenamiento previsto al día siguiente a las 10.30 horas. De hecho, a esa sesión dominical post-partido uno de ellos (Krhin) llegó tarde al mismo. El Córdoba puso el caso en manos del abogado del club, Antonio Romero, que debía recopilar toda la información posible dentro de la plantilla, redactar los expedientes individualmente (que conllevan, en procedimiento, tres pasos) y señalar o recomendar una sanción (en este caso económica) para cada uno de los protagonistas. Romero realizó su trabajo en pocos días y, una vez completada la documentación y previa información al presidente, Carlos González, éste último pasó la misma al director deportivo, Pedro Cordero, al que indicó que debía dar traslado a los futbolistas de los dosieres.

Cordero informó a los cuatro implicados a inicios de la semana previa al encuentro contra la Real Sociedad en Anoeta y estos dieron la callada por respuesta en un principio. Al parecer, y según comentarios de algunos de los presentes, la charla dentro del vestuario tuvo momentos de tensión y Cordero regresó con los expedientes a su despacho, sin firmar. A principios de la pasada semana, de nuevo el director deportivo informó a los cuatro jugadores blanquiverdes que debían recoger la documentación para darse por enterados, de manera oficial, del expediente abierto por el club. Pero Ghilas, Bebé, Krhin y Rossi no han pasado por el despacho de Cordero para recoger sus respectivos dossieres y firmar que han recibido la notificación, que sería el segundo paso del procedimiento y, por lo tanto, poder especificar la multa. De esta manera, tampoco han realizado alegación alguna. Simplemente, los cuatro jugadores cordobesistas han actuado como si el problema no fuera con ellos. Al menos, a día de hoy. Y lo cierto es que esa actitud ha creado mal ambiente en el seno de la entidad y ha enfadado a más de uno, que espera que a lo largo de esta semana los jugadores desistan de esa actitud, pasen por el despacho del director deportivo y firmen que han recibido la notificación, más allá de que decidan realizar algún tipo de alegación.

Según pudo saber este periódico, Pedro Cordero ha bajado al menos en dos ocasiones al vestuario para que los jugadores recojan su documentación. De hecho, en un primer contacto aún estaba Djukic. En todo caso, parece que ya que el club no ha vuelto a insistir en el asunto, la primera intención indica que se va a intentar dar carpetazo al asunto y que el expediente quede abierto sine die hasta final de temporada. El hoy técnico, José Antonio Romero, declaró a este periódico que "siempre que hay una apertura tiene que haber su correspondiente cierre".

Lo que también parece que se va a desechar es la posibilidad de castigos deportivos, tal y como hizo en su día el ya defenestrado Miroslav Djukic con Nabil Ghilas, al que dejó en casa para el partido en Cornellá-El Prat. No está la cosa para más penas.