El sinuoso camino que emprendió el pasado verano el Córdoba CF para dotarse de una ciudad deportiva con todos los derechos, lejos de resolverse, está desembocando en un laberinto legal de suma complejidad y de difícil resolución satisfactoria para la entidad blanquiverde. Tanto, que el Ayuntamiento, fiel a las palabras de su teniente de alcalde, Pedro García (“seremos aliados del Córdoba”) tiene preparado el ofrecimiento al club para entrenarse, previo acondicionamiento, en cualquiera de los dos campos que albergan las instalaciones de Fontanar.

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La demanda de desalojo interpuesta por Grupo Tremón, de la que se informó en estas páginas, ha sido repartida por el Decanato a un Juzgado de Instrucción de la ciudad. El grupo inmobiliario no ha solicitado medidas cautelares, es decir, no ha reclamado al juez que, independientemente de lo que decida, opte por desalojar al club del Camino Carbonell mientras éste toma una decisión. Según fuentes jurídicas consultadas, se trata de un proceso verbal y en un plazo de unos seis meses el magistrado dictará sentencia. Es decir, el Córdoba corre el riesgo en la actualidad de que antes de que finalice la actual temporada no tenga ciudad deportiva donde entrenarse los dos primeros equipos ni instalaciones en las que se disputen los encuentros de las categorías base, por lo que tendría que regresar a la dispersión de los mismos por todos los campos municipales existentes. Mientras que un exempleado del club comenta que “lo que ha hecho -el club- es lo más parecido a la patada en la puerta de una casa que no es tuya y ponerte a hacerle reformas”, lo cierto es que parece que el Córdoba ha parado. El pasado septiembre, Javier Jiménez presentaba los arreglos efectuados (en apenas dos semanas, con turnos de 24 horas) y anunciaba para “finales de octubre” el campo de césped natural junto al que se halla en la tribuna de la ciudad deportiva. La foto que ilustra esta información confirma que esos trabajos ni tan siquiera se han iniciado y, según pudo saber este periódico, dentro del club, el comentario es que “quizás para primavera”.

Por lo tanto, el Córdoba tiene una vía abierta de manera directa con la demanda de desalojo, pero la otra, la de la negociación, amenaza con inundación total.

Según fuentes de Grupo Tremón, el club presidido por Carlos González no se ha puesto en contacto para plantear un alquiler o una compra de la parcela situada en Camino Carbonell. Las mismas fuentes no quisieron aclarar cuál sería la postura del grupo inmobiliario en caso de que la entidad blanquiverde contactara para plantear un acuerdo. La última manifestación pública del club, a través de González, es que el Córdoba se encuentra en contacto “con una entidad financiera” después de que el presidente del club reconociera que habían cometido un error cuando aseguraron que se negociaba con el Banco Popular. La entidad financiera manifestó a este periódico que “ni era el dueño en la actualidad y tampoco en el futuro” de la parcela sobre la que se asienta la actual ciudad deportiva. Esa “negociación con otra entidad financiera” tampoco tiene visos de cuajar, ya que Tremón se encuentra en proceso concursal, con el convenio de acreedores aprobado y, a la vez, bloqueado por un recurso de la Agencia Tributaria, con lo que no tiene obligación de realizar pagos concursales, incluidos los de la hipoteca de la ciudad deportiva. La estimación legal es que el convenio de Tremón no quedará desbloqueado antes del 2020. Demasiado tiempo para el club blanquiverde. La única manera que tendría el Córdoba de hacerse con la parcela sería abonando los aproximadamente cuatro millones de euros que tiene de carga hipotecaria y que está al corriente de pago, algo a lo que, por lógica, estaría dispuesta la administración concursal, al ser una operación no dolosa para el resto de acreedores. Pero no parece que el Córdoba esté dispuesto a desembolsar cuatro millones por los 60.000 metros cuadrados de “La Fuensanta III”, parcela sobre la que se asienta la instalación deportiva.

millones o tiempo que no hay / Otra posibilidad, también improbable y que requiere de varios años proviene de la venta que en el 2007 realizó Rafael Gómez a Atlantis, filial de Tremón. Meses después vendió a su matriz dichos terrenos. Atlantis también está en concurso, pero tal y como informó este periódico, cuando Rafael Gómez vendió el grueso de terrenos (tres millones de metros cuadrados, sólo en Córdoba), incluyó una cláusula en la que cuando los terrenos que comprenden el Plan Especial El Arenal de La Fuensanta (unos 430.000 metros cuadrados), los casi 60.000 metros que correspondían a la actual ciudad deportiva revertirían a manos de Gómez, que actualmente es acreedor de Atlantis. Una vez en manos de éste tendría que intervenir el Ayuntamiento para expropiar los derechos del empresario cordobés sobre la parcela y posteriormente cederlos al club. En el mejor de los casos y pensando en que no hubiera recursos, se demoraría en casi una década.

El pasado mes de enero hubo una reunión entre Hilario Rodríguez, presidente de Tremón, con la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y el teniente de alcalde de Córdoba, Pedro García. Rodríguez realizó diversos planteamientos, y uno de ellos, sobre los terrenos del Plan Especial El Arenal de La Fuensanta, para los que rescató el plan presentado en su día por José Antonio Nieto cuando era alcalde de la ciudad. La postura del Ayuntamiento en ese sentido ya se ha expresado públicamente: “La Fuensanta III” sólo se contempla como hogar del Córdoba CF pero desecha el resto del proyecto. En cualquier caso, y como se ha explicado anteriormente, tomar ese camino conllevaría demasiados años.