Hace tan sólo mes y medio tres de las plazas de descenso estaban adjudicadas en Segunda División. Al Sevilla Atlético, al Lorca y al Córdoba no le salían las cuentas y los rivales daban por hecho que había que luchar por evitar el último billete a Segunda B, ya que tres ya tenían adjudicado el nombre, sobre todo después del duro golpe recibido por los blanquiverdes ante el Granada, lo que les dejaba a 14 puntos efectivos de la salvación. Hoy el Córdoba ha amanecido metido en un grupo de cuatro equipos en un corto espacio de tan sólo tres puntos de distancia -o seis equipos en seis puntos- faltando aún 24 por disputarse y en los que dos de ellos terminarán por bajar.

El equipo de Sandoval ha sumado 16 de los últimos 21 puntos y lo ha hecho de muy diferentes maneras. Posiblemente, la peor de ellas se pudo presenciar ante el Lorca en El Arcángel. No se trata de poner ninguna excusa, pero sí de encontrar algunos razonamientos a las diferencias que se encuentran entre el Córdoba de hace un mes y el de hoy. Ayudará, posiblemente, a explicar el encuentro ante los de Fabri, que posiblemente merecieron más ante un adversario en el que destacaron mucho sobre los demás el portero, un Kieszek que mantuvo al equipo metido en el partido, y un Álvaro Aguado cuyo desparpajo destacó más de lo normal en un grupo excesivamente responsabilizado, agarrotado, fallón y con las ideas más nubladas de lo que cabía esperar.

Nunca se le podrá negar en su haber a Sandoval el chute de adrenalina, de corazón, de víscera y fe a partes iguales que ha insuflado a este Córdoba, tan necesitado de todo ello desde el pasado verano. También hay que añadirle al de Humanes las particulares dificultades que tiene el equipo: sin un extremo zurdo puro, con un hueco en la medular que no termina de cerrarse, con bajas por lesión como las de Alfaro -esta semana- o Javi Lara y las que ha tenido por sanción. Esto último nada accesorio: podría no tener a Reyes en Pamplona y el parón obligado tras Tarragona no parece haberle sentado nada bien a Javi Galán, especialmente gris ayer.

A pesar de todo lo anterior, el técnico blanquiverde también tiene en su debe causas pendientes, como la de no entregar a José Antonio Reyes toda la responsabilidad de la transición ofensiva. El utrerano, castigado por el rival, tuvo que retirarse a la media hora y lo poco que se atisbaba de los blanquiverdes terminó por desaparecer. La única alternativa que les quedó -ya que el recurso por la zurda quedó autoanulado- fueron insistentes balones largos por alto a Sergi Guardiola que, recordémoslo, pasó toda la semana tocado. En todo el batiburrillo que ha debido montar desde la banda, Sandoval ha tenido una lista aciertos, no corta, que no tendrá más remedio que ampliar desde ya en la última fase de la Liga. Ante el Lorca comprobó que el éxito de Álvaro Aguado estriba en tener la espalda guardada, que necesita gente trabajando por detrás y que es una alternativa al utrerano y no una pieza que combine con él.

La primera parte pasó soporífera -excepción de un tirazo de Narváez- y la entrada del chaval activó a los locales. No fueron otro equipo, ni mucho menos, pero al menos el Córdoba lograba tocar algo el balón, tener un mínimo de transición ofensiva y mostrar algo de intención de agredir al adversario. Pero éste también jugaba y mantuvo bastante a raya a los blanquiverdes. Tanto, que incluso se vino arriba y obligó a aparecer a Kieszek. Y no sólo en una ocasión. Dani Ojeda en el minuto 54, Javi Muñoz en el 60, de nuevo Dani Ojeda, aunque en esta ocasión se le marchó el balón demasiado alto... Al Córdoba sólo le dio para tres tiritos desde la frontal de Sergio Aguza.

Antes, nada más salir de vestuarios, el Lorca se quedó con 10 por la justa expulsión de Gomelt en una entrada por detrás sobre Álvaro Aguado. Y ni siquiera verse en superioridad numérica le sirvió al conjunto blanquiverde. Atascado, quizás excesivamente responsabilizado y no sobrado de herramientas tácticas para afrontar la defensa de cinco que le planteó el Lorca, al igual que el Oviedo.

Areces Franco anuló a Sergi Guardiola un gol en claro fuera de juego y parecía que los nervios terminarían por hacer naufragar a los locales, ya que los contragolpes visitantes, aunque ya no morían en el polaco, sí que añadían tensión a la grada al merodear el área cordobesista más de lo aconsejable.

Pero apareció de nuevo el pichichi blanquiverde, en una jugada aislada y sin aparente peligro, en la que sirvió un balón de oro a Narváez quien, en el borde del área lanzó un disparo ajustado al poste derecho de Dorronsoro que provocaba la explosión de El Arcángel. El Córdoba, que curiosamente ha gestionado más bien regular los últimos minutos cuando se ha puesto en ventaja en el marcador, supo hacerlo aceptablemente ante el Lorca. Síntoma claro de lo que a buen seguro pasaba durante la semana por las cabezas de los que estaban en el verde, incluida la banda.

Como siempre, sobre todo en estas situaciones, lo mejor fue el resultado. Pero este Córdoba necesitará de más herramientas para la fase final del campeonato. Una fase final a la que ha llegado con todas las opciones por merecimientos propios. Con sus aciertos en el último mes y medio -los más- y sus errores -los menos-, con sus problemas en determinados puestos, con sus bajas por lesión y por sanción, contra viento y marea... Y con la pastillita debajo de la lengua que pidió alguno. Al Córdoba también le hubiera venido bien pedirla ante el Lorca.

FICHA TÉCNICA

1 - Córdoba: Kieszek, Loureiro, Aythami, Álex Quintanilla, Javi Galán, Edu Ramos, Sergio Aguza (Eneko, min. 70, Jovanovic, Reyes (Narváez, min. 30), Quiles (Aguado, min. 46), y Sergi Guardiola.

0 - Lorca: Dorronsoro, Fede Vega, Pina (Brown, min. 87), Fran Cruz, Pomares, Peña, Gomelt, Javi Muñoz, Noguera, Dani Ojeda (Nando García, min. 78), y Manu Apeh (Villalibre, min. 56).

Goles: 1-0 (m. 77) Narváez, de disparo raso y ajustado al palo, bate a Dorronsoro.

Árbitro: Areces Franco (asturiano), amarillas a Stefanovic (min. 32), Loureiro (min. 36), Edu Ramos (min. 70), Sergi Guardiola (min. 73) y Jovanovic (min. 89), y a Noguera (min. 24), Peña (min. 34) y Fran Cruz (min. 39). Roja directa a Gomelt (min. 52).

Campo: El Arcángel.

Espectadores: 16.596 espectadores.