Son las paradojas del destino. O simplemente el resultado de unos años de decisiones deportivas que han sido difíciles de explicar. La crisis del Córdoba, que ha ido pareja al conjunto de Luis Carrión prácticamente desde que se inicio la temporada, vivió un punto álgido en Valladolid. En el José Zorrilla la imagen que dio el equipo sobre el terreno no fue nada halagüeña, pero el espectáculo dado posteriormente por el club no fue mejor. En el descanso el propietario bajó al vestuario a pedir «amor propio» a los jugadores (según Caro). Al final del partido hubo un consejo improvisado en el palco del estadio blanquivioleta a la vista de todos y al que se unió Carrión. Y para rematar, los dirigentes se metieron en el autobús del equipo, también a la vista y oídos de todos, para decirles a los jugadores que «los resultados no provocarán la destitución del entrenador». Por cierto, varios de esos jugadores tenían conocimiento directo de que el club busca relevo al técnico blanquiverde y no por la prensa, precisamente.

En cualquier caso, el primer golpe a un tambaleante Carrión lo dio el Valladolid de Deivid, Kiko Olivas y Antoñito, tres exblanquiverdes de los que dos salieron el pasado verano del club por causas aún nada claras y, en todo caso, con pobres argumentos deportivos. En la próxima semana, el equipo de Carrión tendrá dos pruebas de fuego y ambas serán ante equipos con exblanquiverdes en sus filas. Se tratan del Alcorcón de Borja Domínguez y el Lugo de Juan Carlos, Campabadal, Bernardo, Guille Donoso y Fede Vico. Solo en esos tres encuentros, el Córdoba se enfrentará a nueve jugadores que militaron en sus filas y, además, recientemente. Casi un once completo. Serán, tanto el Alcorcón como el Lugo, dos equipos que junto al pucelano decidirán mucho del futuro inmediato del Córdoba, en función de los resultados que cosechen los blanquiverdes en sus encuentros.

Pero lo cierto es que el Córdoba parece que se ha convertido en un club de cantera, aunque para la categoría. 33 jugadores que han vestido de blanco y verde juegan en la actualidad en la división de plata del fútbol español. Daría para completar las 25 fichas de una plantilla y aún «sobrarían» ocho.

Los clubs que más exblanquiverdes tienen en sus filas son el referido Lugo, con cinco futbolistas; el Albacete tiene a cuatro: Rafa Gálvez, Mariano Bíttolo, José Fran (que estuvo en el filial) y Pelayo Novo, uno de los hombres que jugó en Las Palmas el 22 de junio del 2014. También cuatro futbolistas (y dos cordobeses) tiene el Lorca: Fran Cruz, Carlos Martínez, Nando y Abel Gómez, así como el Almería, que tiene a Nano, Morcillo, Verza y Fidel. Le siguen el Valladolid de Kiko Olivas, Deivid y Antoñito y otros tres clubs cuentan con dos exblanquiverdes en sus filas cada uno. El Granada, con Pedro y Joselu; el Huesca, con Íñigo López y Luso, y el Rayo Vallecano, con Alberto García y Raúl de Tomás. Finalmente, con un jugador que vistió de blanquiverde están el mencionado Alcorcón (Borja Domínguez), el Cádiz (Moha Traoré), la Cultural (Rodri), el Nástic (Eddy Silvestre), el Osasuna (Xisco), el Tenerife (Camille) y el Reus, con Sillero como tercer portero del equipo entrenado por López Garai.

Sin contar a los dos filiales, 15 de los otros 20 clubs de Segunda tienen algún jugador ex del Córdoba en sus filas. Nada menos que 33 jugadores.

PLANTILLA Y ONCE TITULAR / Se podrían hacer muchas combinaciones, pero para un plantel de 22 integrantes, los mismos que tiene el actual Córdoba, una plantilla paralela a ésta podría ser la siguiente. Como porteros, Alberto García y Juan Carlos. La defensa estaría integrada por Antoñito, Campabadal, Deivid, Fran Cruz, Bernardo, Morcillo, Bíttolo y Camille. Para el centro del campo podría contarse con Pedro, Moha Traoré, Luso, Gálvez, Borja Domínguez, Abel Gómez, Pelayo, Fidel y Fede Vico. Y la delantera podría estar formada por Xisco, Raúl de Tomás, Joselu.

Para gustos están las combinaciones, pero con este plantel paralelo blanquiverde quedarían fuera 11 jugadores: José Fran, Nano, Verza, Rodri, Íñigo López, Carlos Martínez, Nando, Guille Donoso, Eddy Silvestre, Sillero y Kiko Olivas.

Y ya puestos a elegir y a comparar con el nivel de la actual plantilla blanquiverde, se podría conformar un once integrado por Alberto García en la portería, con Antoñito y Bíttolo como laterales, Fran Cruz y Deivid como centrales, un doble pivote conformado por Luso y Borja Domínguez, con Pedro por la banda derecha y Fidel por la izquierda, mientras que la punta de ataque estaría formada por Joselu y Xisco. Tampoco estaría mal el banquillo, con Juan Carlos, Bernardo, Camille, Moha Traoré, Rafa Gálvez, Fede Vico y Raúl de Tomás. La columna vertebral de ese imaginario Córdoba estaría formada por Alberto García, Deivid, Luso y Xisco, mientras que en bandas tendría hombres como Fidel o Pedro.

Un Córdoba paralelo que a tenor de la crisis blanquiverde en la actual temporada dista mucho del equipo de Luis Carrión. Ante parte de ese Córdoba alternativo se pondrá sobre la mesa no sólo el futuro del entrenador catalán, sino también el propio devenir del conjunto cordobesista en la actual temporada. El Córdoba se jugará su futuro ante gran parte de su pasado.