El Córdoba de Luis Miguel Carrión es el segundo equipo blanquiverde con peores números defensivos desde la fundación de la entidad, en 1954. Los 15 goles encajados en las primeras siete jornadas sólo son superados por los 16 que encajó el Córdoba de la temporada 1958/59, también en Segunda División, que entonces se jugaba a dos puntos por partido y en la que militaban 16 equipos. En la séptima jornada de aquella campaña, el conjunto blanquiverde había encajado 16 goles, uno más que el actual, aunque también había anotado 16, con lo que se situaba en mitad de la tabla, posición que repitió al final de la competición. Hasta la sexta jornada había encajado 11 goles, pero en la séptima visitó al Elche, que le endosó un 5-0, un paso más para el ascenso a Primera de los ilicitanos. No hace falta decir que aunque es el Córdoba que más goles encajó aquella época dista mucho de la actual. Baste decir que en aquella séptima jornada, se anotaron 26 goles en ocho encuentros. En los nueve encuentros que se han disputado de la actual se han marcado 24. Lo mismo que el Córdoba encajó ese 5-0, le endosó jornadas después un 5-1 al Cádiz.

Por lo tanto, en lo que a faceta defensiva se refiere, el Córdoba de Carrión es el segundo peor de la historia blanquiverde, pero además, los números continúan siendo más que significativos. Si el actual ha encajado 15 goles en siete jornadas, en el mismo periodo de tiempo 31 equipos blanquiverdes encajaron la mitad o menos de la mitad de goles que el Córdoba actual. Al paso de esa séptima jornada, el Córdoba que menos goles había encajado fue el de Escalante de la 2000/01, que sólo había recibido dos goles, seguido por el equipo de Pablo Villa, en la 2013/14, que había recibido tres goles, y el de Paco Jémez en la 11/12, que recibió cuatro, los mismos que el Córdoba de la 1994/95 (en Segunda B).

Ni tan siquiera el Córdoba del Chapi Ferrer en Primera había recibido tantos goles, «sólo» 11, ni el de Esteban Vigo, de la 2004/05, que terminó descendiendo y había recibido en las primeras siete jornadas nueve goles. Para la anécdota: aquel Córdoba de la 1958/59 también tenía, como el actual, un Alfaro entre sus filas (el sevillano Francisco Fuentes Alfaro) y hasta un Lara (el catalán Manuel Lara, procedente del Zaragoza) y si apuran (si se tiene en cuenta al jugador del filial), también tenía a Mena.