El Córdoba anunció en la tarde de ayer que la cifra de abonados ronda los 6.500 tras pasar el ecuador de la campaña. Tras doce días desde que se abriese la posibilidad de renovar el carnet, este dato supone un ritmo de 542 abonos por día. En la primera semana el promedio fue de 572, hasta llegar a 4.000. En los cinco días siguientes ha bajado a los 500 diarios hasta quedarse a pocas decenas de llegar a 6.500 los «locos por el Córdoba» (lema de la campaña) que ya tienen reservado su asiento en El Arcángel. El club no ha informado cuántos de estos son infantiles ni el porcentaje de carnets sacados a través de la plataforma online.

La campaña de abonos durará hasta el 26 de julio, por lo que quedan once días para que el cordobesismo empuje hasta acercar estos datos a los conseguidos en la pasada campaña 2016/17. Hay que recordar que entonces fueron 15.755 los fieles que se sumaron a una campaña que prometía la pelea por el ascenso, con la posibilidad de obtener el carnet gratuito en caso de ascenso a Primera. Una promoción que no se contempla en esta temporada.

Si comparamos los datos de abonados dados ayer por el club con los de la 2016/17 la merma en el promedio diario es de un 13,3%. El Córdoba informó en dos ocasiones durante la campaña pasada del número de cordobesistas que iban adquiriendo su abono. Al octavo día la cifra era de 5.000, con un promedio diario de 625 abonos por día, el mismo exactamente que el logrado en la decimosexta jornada. Entonces eran ya 10.000 los abonados blanquiverdes, 3.500 más que ahora con solo cuatro días de diferencia.

Este descenso del 13,3% en el ritmo de adquisición de abonos supondría, de seguir en la misma tónica, que al final de la campaña el número de socios bajase en 2.100 aproximadamente. Pero para tener una impresión más efectiva debe hacerse notar que mientras que el ritmo de venta de abonos del pasado verano fue constante, en esta ocasión ha decrecido conforme ha ido avanzando el tiempo. Por tanto la bajada podría ser superior al final de julio y estar cercana a los 3.000. A día de hoy llegar a los 15.000 abonados se antoja difícil, y parece sensato pensar que rondará los 12.000. Otra clave que ayuda a valorar cuántos serán finalmente los abonados que no renueven su asiento es el anuncio de los fichajes.

El pasado verano la campaña se abrió el 21 de junio pero no fue hasta el 1 de julio cuando se anunciaron las primeros incorporaciones (Caro, Alfaro, Borja Domínguez y Guille Donoso). Es decir, diez días después, cuando ya había más de 5.000 cordobesistas con su abono en la cartera.

En esta ocasión el Córdoba ha anunciado siete fichajes de una tacada un día antes de presentar su campaña de abonos, lo que generó una enorme expectación tanto en las redes sociales como en la calle. Por tanto, y a pesar de la ausencia de noticias ilusionantes de nuevos refuerzos, en el verano de 2016 la afición respondió con más premura y ganas a la campaña de abonos. Esta vez, pese al aluvión de fichajes, el cordobesismo está renovando de forma más pausada.