Continúa la polémica sobre el partido disputado ayer en el estadio Ciudad de Lucena entre el Córdoba B y el Mérida, que supuso el descenso del filial blanquiverde a Tercera. En esta ocasión, el Córdoba CF acaba de emitir un comunicado en el que "condena" los hechos acaecidos, ya que "bajo ninguna circunstancia está justificado el uso de la violencia ni en acción verbal ni física". Al respecto, la entidad cordobesista también "lamenta la actitud de algunos de sus jugadores del filial, que siempre habían mantenido un comportamiento intachable en el campeonato, dentro y fuera del terreno de juego, como el resto de sus compañeros de plantilla". Por este motivo, el club "les invita a que reflexionen sobre lo sucedido con el propósito de que puedan enmendar su comportamiento".

Por otra parte, el Córdoba CF quiso disculparse con el trío arbitral, "en especial a la figura del colegiado que medió en la disputa, Francisco Javier Fernández Vidal, por las molestias ocasionadas y los momentos vividos en el terreno de juego y tras la contienda":

Por último, el club mostró también su respulsa a "la actitud de algunos jugadores del conjunto visitante, el Mérida AD, que, en gran medida, provocaron una situación que nunca debió de haberse producido tras increpar verbalmente y de manera insistente a los integrantes del equipo blanquiverde durante la disputa".

La polémica se desató durante el descuento, cuando el juez de línea anuló un gol de Quiles que supuso el 2-1 y después de que Fernández Vidal lo diese por válido, el asistente volvió a anularlo. Con el 1-2 final, esa tensión continuó en la zona de los banquillos entre jugadores y miembros del cuerpo técnico de los dos conjuntos en forma de tanganas.