Con los mismos silencios con los que llegó, Pedro Cordero se marchó de El Arcángel. El hasta hace dos días director deportivo blanquiverde sí dejó una frase digna de un gallego al aseverar que "me siento responsable respecto a lo que ha pasado este año en la parte que me corresponde", reiterando que "ahora quiero asumir mi parte de culpa en este descenso". El cartagenero solo tuvo agradecimientos para todos: para la afición ("es de Primera"), para dirigentes y también para trabajadores. Sobre el filial recordó que a pesar de la limitación de su plantilla "acabó con los mismos puntos que La Roda y Cartagena y con uno solo menos que el Sevilla, un club muy potente". Finalmente, sobre su relación con el presidente, Carlos González, comentó que el dirigente "aprieta, aunque en todas las familias hay discusiones". Además, se puso "a disposición" del club y de su sucesor en el cargo "para lo que necesiten, tienen mi teléfono".