A sesiones dobles. Así trabaja el Córdoba de José Luis Oltra en el placentero verano holandés. El tiempo da un respiro a los jugadores mientras interiorizan lo de ser un equipo protagonista, sólido, que encaje poco. El contenido está claro --a falta de ponerlo en práctica, aunque aún es muy pronto--, falta el continente, esto es, los jugadores que llevarán a cabo las ideas del técnico. Las líneas no terminan de verse cerradas, cuando no directamente sin dibujar. Es decir, que el plantel del autonombrado candidato al ascenso aún está por componerse. Poco más de un mes para cerrarlo, pero con presupuesto para ello. Ahora, paciencia para esperar a los descartes de Primera y acierto con los que quedan libres.

Razak volvió a cometer una cantada. No es la primera ni será la última. ¿Es portero para un proyecto de ascenso? Es una pregunta que ha de responder Emilio Vega. Pero a la ya habitual inseguridad que transmitió en varios encuentros se le suma el hándicap de la Copa de África, una competición internacional --de la que tiene la espinita clava de hace un par de temporadas cuando falló el penalti definitivo-- que no tiene asegurada, al menos como titular, si no juega con relativa asiduidad en su equipo. Está por ver si Oltra vuelve a apostar por el ghanés o prefiere al polaco Kieszek, que hoy tendría que debutar en pretemporada. Mientras, un portero como Manu Herrera podría quedar libre, si finalmente sale del Zaragoza.

En defensa, Caro apunta a la titularidad, pero para el lateral derecho, aunque tendrá competencia con Antoñito, con lo que Oltra dispone de tres centrales: Bijimine, Rodas y Deivid. Mientras, por la izquierda, Samu de los Reyes sigue aportando más en defensa que en ataque, mientras que Cisma no jugó. Estuvo media temporada con molestias --según Fidel--, lo que le relegó al banquillo. A nadie escapa que en condiciones óptimas es un buen lateral, si le respetan las molestias al veterano zaguero.

Luso, de momento, no tiene competencia como pivote defensivo. Como cerebro, Edu Ramos o Borja Domínguez. Habrá que ver si Caballero juega como organizador o en la mediapunta, donde ha dado sus mejores partidos, aunque ahí ya está un Alfaro que también depende de que las lesiones lo respeten. Por la izquierda, de momento, están Pineda y Juli, a la espera de convencer a Pedraza para que recale en el Córdoba. Mientras, por la derecha, la aportación de Pedro Ríos es inamovible, con Guille Donoso haciendo de Nando, de quien, por cierto, desde Valencia apuntan a que el Córdoba ha vuelto a pedir su cesión.

El problema es el gol. El tridente, principal responsable de la disputa de la promoción de ascenso, se ha descompuesto. Rodri es el delantero que más fuerza va ganando. Desde su entorno reconocen que el proyecto del Córdoba atrae a un jugador que tiene que terminar de desvincularse del Múnich 1860. Parece que está cerca de llegar. Rodri es otra de las viejas pretensiones de la entidad blanquiverde, aunque nunca se ha llegado a materializar su incorporación. La pasada temporada tuvo protagonismo con el Valladolid hasta enero, cuando llegó el también pretendido -y rechazo- Roger Martí.