"Que no crean que el señalar el partido ante el Sevilla como jornada económica se debe a otros motivos, sino a la imperiosa necesidad que tenemos de hacer frente a importantes pagos". Hablaba el presidente Salinas González a 48 horas del derbi ante el Sevilla en El Arcángel. El Córdoba estrenaba categoría y se defendía bien en Primera, pero "en los dos últimos partidos los ingresos quedaron mermados por las lluvias caídas, que restó gente, por lo que las taquillas se redujeron en unas 600.000 pesetas", explicaba el mandatario en la asamblea, a las que añadía "400.000 más de primas pagadas a los jugadores", por lo que Salinas entendía que "estimo más lógico y humano que tal cantidad sea sufragada por los socios que cargarla exclusivamente a mi cuenta".

El equipo se concentraba en Cerro Muriano para recibir a un Sevilla calificado como histórico . Tiempos en los que los trenes ajustaban sus horarios de vuelta, a petición del Córdoba, para que los aficionados pudieran regresar a sus localidades de origen y en el que se debía pagar la mensualidad del abono, el suplemento por la visita de un rival de renombre y "el recargo ordenado por la Real Federación Española de Fútbol pro viaje a Canarias".

El Córdoba de Olsen y el Sevilla de Antonio Barrios empataron a cero en un partido "de baja calidad" en un El Arcángel que era el estadio más largo de Primera y el tercero más ancho.

En muchos de esos choques entre cordobesistas y sevillistas de los 60 coincidían jornadas previas con alguna polémica. En la 66/67, junto a los anuncios con el ferrobús a Sevilla y los ómnibus a Puente Genil, Ecija o Jaén, aparecía una carta "en desagravio de García". En la anterior jornada, el gallego había tenido un error en Granada que costó un punto al conjunto blanquiverde y el "me han dicho" que tan bien funciona en la ciudad afectó al buen nombre del portero cordobesista. El firmante, en todo caso, dejaba claro que "no conozco de nada a García pero quiero agradecerle el cariño por la tierra y el equipo que ha demostrado en todos estos años".

Curiosidades tres días antes para que se celebrara otro derbi (este, en 1967), y que hoy por hoy significa la última victoria del Córdoba en El Arcángel sobre el Sevilla en Primera, el 2 de abril de 1967. Un Sevilla que, sorprendentemente (incluso en aquella época), vistió con camiseta roja y pantalón azul y del que la crónica refiere que intentó por todos los medios "poner de los nervios" al Córdoba, con "constantes simulaciones de lesiones y salida del masajista, aunque de nada le sirvió a Barinaga" (entrenador de los sevillistas, que cayeron claramente por un 3-0.

El próximo domingo se reedita un encuentro en Primera entre Córdoba y Sevilla. Para ver el último hay que remontarse a septiembre de 1971. En los albores de la competición y con el ascenso recién consumado, casi idénticas preocupaciones. Aunque en esta ocasión resueltas de un modo bastante más amable. El alcalde Alarcón fue nombrado presidente de honor del club, básicamente, porque se remodeló El Arcángel, proporcionándole nuevos accesos y, principalmente, la visera de Tribuna, lo que para la época era no un lujo, sino todo un logro.

Mirando atrás y viendo esas previas parece que poco haya cambiado. Las radios anunciaban que ofrecían el encuentro en directo, al igual que las pocas agencias de viajes que existían reclamaban a los aficionados para visitar el Metropolitano.

Paradójicamente, lo que sí cambiará en este reencuentro, ya en el siglo XXI, será la consideración del partido, tanto por la prensa como por los aficionados. Al menos hoy por hoy, este Córdoba-Sevilla no se puede encuadrar en el "clásico ambiente de rivalidad regional" que se hacía entonces. Harán falta más cosas por parte de todos, pero sobre todo un mayor recorrido entre los grandes.