Luis Carrión no ocultaba su disgusto con lo sucedido en Tarragona, «Me voy jodido porque he visto un equipo, trece jugadores que han estado jugando y los demás en el banquillo más un Pedro que se ha dejado el alma por mantener un resultado que se había ganado, que ha trabajado a muerte, chavales de treinta años llorando, y me voy jodido por eso. Por otro lado es de alabar todo eso, la situación en la que estamos, en la que parece que todo sale mal, pero ese mismo grupo de hombres, que como te digo están jodidos, ver como se levantan día tras día y te demuestran que se puede mejorar», aseveró.

Se le preguntó si era una derrota injusta. «Bueno, nos enfrentamos a un buen equipo que lleva una dinámica muy buena últimamente y un equipo que no ha generado prácticamente ninguna ocasión gol, excepto una en la primera parte, si no me equivoco. Estando nosotros con diez hemos llegado al área y sacado córners, un esfuerzo grande y por ese lado sí lo considero injusto. Luego vienen las acciones buenas del rival o la gente buena que tiene en el campo que hacen que pierdas, pero insisto, por el esfuerzo que han hecho los chavales, es injusto. Es duro verles ahora», reconoció.

Se le preguntó si estaba dolido por la expulsión. «No la he visto, no sé si le ha tocado o no, lo veré, en caso de que le haya tocado él sabe que se ha equivocado, pero es un gran profesional». Eso sí, mandó un aviso. «No podemos regalar porque llevamos partidos jugando con diez».

Sobre los lesionados apenas pudo decir algo. «Carlos (Caballero) tiene algo en los isquios y Héctor (Rodas) el tabique desviado, no lo sé, veremos mañana», se limitó a comentar.

Por su lado, Juan Merino, entrenador del Gimnàstic de Tarragona, cree que el triunfo fue justo. «En líneas generales creo que el equipo es merecedor de la victoria, felicitar al Córdoba porque ha hecho un trabajo enorme con un hombre menos y no sabemos lo que hubiera pasado once contra once, pero en el cómputo general por ocasiones y llegadas creo que merecimos la victoria».

El entrenador del Nástic cree que la salvación estará apretada. «La diferencia entre todos es mínima, cualquier partido se gana por detalles y no somos mejores que nadie pero tampoco peores. La situación es difícil todavía y tenemos que seguir con esta exigencia porque quedan 14 partidos muy importantes», destacó el técnico.