El pasado lunes, el todavía presidente oficial del Córdoba, Carlos González, reapareció justo después de la primera victoria blanquiverde en casi tres meses. Dio para mucho en su hora de comparecencia atarantada que protagonizó y en la que trató, entre otros muchos puntos, el aspecto económico de la SAD, sus instalaciones o ausencia de ellas o el mundo social blanquiverde. Tiempo habrá más adelante para éstas y otras, pero centrándonos en una de ellas, la cantera, dejó varias afirmaciones dignas de análisis.

En referencia a los jugadores formados en la cantera planteó dos reflexiones: una que afecta al pasado muy reciente del primer equipo blanquiverde y otra que trata más el presente y el futuro de los jugadores del segundo equipo y escalafones inferiores.

En cuanto a la primera, González declaró que «nosotros ascendimos con 18 fichas profesionales y jugando con canteranos como Fran, que el 31 de enero se le tuvo que llamar porque había 17 profesionales». El Córdoba, en la temporada 2013/14, utilizó a lo largo de la temporada 24 fichas profesionales más la media temporada como tal de Fran Cruz, tal y como refirió el máximo accionista del Córdoba y que debutó en la 2012/13 de la mano de Rafa Berges: Saizar, Juan Carlos, Luso, Raúl Bravo, Iago Bouzón, Fran Cruz, Abel Gomez, López Silva, Caballero, Xisco, Pedro, Uli Dávila, Samu de los Reyes, Pelayo, Gunino, Nieto, Janse, Arturo, Juanlu, Pacheco, Armando, Strahman, López Garai y Joselu. En el momento en el que el equipo, entonces de Chapi Ferrer, arrancaba el empate en el Gran Canaria que suponía el ascenso, el Córdoba tenía 19 fichas profesionales, sin contar a Pinillos (dorsal 29), Ayina (dorsal 11, de profesional) y a Obiora (dorsal 40), éste último con poca apariencia de canterano o de proceder del Espeleño, por ejemplo. Aun sin contar a Pinillos (que por contrato tenía destino final en poco tiempo en el primer equipo), y salvo que González calificara tanto Ayina como a Obiora como canteranos -fueron fichados para la primera plantilla-, aquel plantel tenía 20 dorsales profesionales y 21 de facto, contando al nigeriano, y no 18.

«Toda esa gente jugaron muchos partidos», continuó relatando el todavía presidente oficial del Córdoba sobre los jugadores de cantera en la 2013/14. Fran y Bernardo Cruz (al igual que antes Fernández, Fuentes, Vico o Javi Hervás) fueron productos del trabajo de cantera de muchos años de sus antecesores en la entidad blanquiverde. Los hermanos Cruz sumaron 44 partidos aquella temporada, 38 de ellos como titulares. Hoy, el primero es titular en el Mirandés, el otro, pilar y capitán del Sevilla Atlético. Aquellos «muchos partidos» que, según González -de manera exagerada, como mínimo- protagonizaron los jugadores de la cantera fueron los 26 minutos de Javi Guerra, los 156 minutos de Dani Espejo, los 168 minutos de Mendi, los 76 de Gálvez o los 1.168 de Campabadal, que aun siendo un jugador con destino al primer equipo, como Pinillos, tenía el dorsal 33. Lo que sí sirvió el filial fue para completar listas de convocados, como las dos convocatorias de Sebas Moyano, las cinco de Dani Espejo, la única de Fran Serrano o las 11 de Rafa Gálvez para disputar, como se ha dicho anteriormente, 76 minutos.

¿A PRIMERA CON 18? / Esos «muchos partidos» de «toda esa gente» de la temporada del ascenso, llevan al supuestamente deseado protagonismo de la cantera para esta y las próximas temporadas, buscando el mismo final que entonces. Para ello habrá que analizar el entorno competitivo del Córdoba, esto es, la Segunda División, y el trabajo que se hace con la cantera, que tiene reflejo en el filial o «equipo asimilado». Generalmente, entre los rivales blanquiverdes en la categoría de plata se encuentran clubs que apuestan por el ascenso u otros que lo hacen por la salvación o el crecimiento dentro de la categoría y, paralelamente, también por la cantera. Ambos objetivos han sido tradicionalmente incompatibles.

Obviando el caso especial del Sevilla Atlético, entre los 10 primeros equipos clasificados en Segunda, sus canteranos solo suman 528 minutos de campo, entre chavales que se incorporaron puntualmente al equipo la pasada temporada o en esta. De hecho, entre esos 10 primeros, cuatro equipos aún no tienen minutos de chavales de sus actuales filiales: Levante, Oviedo, Lugo y Reus. Además, otros tres tienen menos de 10 minutos de sus segundos equipos: Girona, Tenerife y Huesca. Los dos equipos que tienen más minutos de jugadores de sus actuales filiales son llamativos. El Almería es el que más minutos suma, pero de un solo jugador, Joaquín, que acaba de renovar, y que acumula 993 minutos. El segundo equipo al que más tiempo aporta su filial es el Rayo, con 562 minutos, cifras que continúan siendo bajas para considerar como base fundamental el segundo equipo para el objetivo de Primera. De hecho, la media de jugadores de filiales que han debutado en Segunda, esta temporada, es de 1,2 por equipo, para 180 minutos en 17 jornadas disputadas. Así, siete equipos aún no han hecho debutar a ningún jugador del filial en esta temporada, cuatro de ellos entre los ocho primeros. A 13 equipos de Segunda les han aportado sus filiales 90 minutos o menos hasta la jornada 17, nueve de ellos están entre los 11 primeros de los que cinco están entre los seis primeros. Es decir, en el entorno competitivo del Córdoba, los objetivos importantes como el del ascenso, se encarga a los profesionales contratados por los clubs, quedando un espacio para un jugador del filial que pueda complementar alguna posición, y ya en este hábitat, se puede dar la posibilidad de que explote, tal y como hizo la pasada temporada Brandon (Mallorca) o Joaquín (Almería) en ésta, entre otros.

O ASCENSO O FORMACIÓN / Así, todo objetivo es legítimo: apostar por la inversión para intentar ascender (se logre o no) o hacerlo por la cantera buscando el crecimiento por otra vía. Ambos se antojan, a la vista de los datos presentes y pasados, imposible, salvo con excepciones de clubs que desde hace décadas trabajan la cantera e incluso tienen un entorno geográfico autolimitado, como el Osasuna, que ascendió, además, con una deuda más que importante, no así el Leganés o el Alavés. Para terminar, un apunte que no deja de ser importante. Debido a lo que acontece en el fútbol, sobre todo el español, con ejemplos como el del Granada (más internacional) o el Córdoba (mucho más doméstico y low cost), la UEFA considera jugador de cantera a aquel que lleve al menos tres consecutivos o cinco alternos en el club entre sus 15 y sus 21 años. Obviamente, a Florin Andone nadie le consideró jugador de la cantera blanquiverde, al igual que Campabadal o Mendi Iglesias, a los que antes se incluyó como jugadores “canteranos” en virtud de las palabras de González. Pero es que, actualmente en el filial blanquiverde, a pocos futbolistas se les puede considerar canteranos, ya que Marc Vito, Pablo Vázquez, Víctor Mena o David Moreno llegaron el pasado verano al Córdoba B; Alejandro Roser, Esteve Monterde, Javi Galán, Leto, Javier Soler, Jordi Ortega y Moha Traoré, llegaron hace menos de año y medio, además de Alberto Quiles, formado en el Celta B y Marbella, entre otros, y que llegó hace menos de tres años a la disciplina blanquiverde. 12 de los 18 integrantes del segundo equipo blanquiverde reconocidos en la web oficial del club, a los que hay que añadir algún caso particular como el de Vera, formado en el Séneca y al que se le renovó el contrato recientemente hasta el 2020.

Todos forman parte de esa legión de jóvenes aspirantes a profesionales que ya pasaron por el Córdoba, como Mendi, Guerra, Juanfran, Del Val, José Fran, Morgado o Uxío. Apuestas instantáneas buscando la explosión final del jugador para aprovecharlo deportivamente de manera fugaz e intentar un traspaso económicamente beneficioso, como ocurrió con Florin y con Bijimine como siguiente exponente de la política del club para la cantera y su llegada al primer equipo. Un protagonismo que, en esta temporada, y una vez llegado Carrión al primer equipo, suma 156 minutos y tres jugadores: Javi Galán, Quiles y Esteve. Siete equipos en Segunda tienen más minutos de sus filiales que el de los blanquiverdes y, solo uno, el Cádiz, está entre los 11 primeros. Por lo tanto la frase de González de tener en el Córdoba a «10 canteranos con protagonismo» y con aspiraciones de ascenso no deja de ser una frase que se acerca mucho más al márketing o a la publicidad que a la realidad del Córdoba o la de la Liga en Segunda.