POSITIVO

La banda, zona fuerte

Al igual que en los mejores momentos de la primera vuelta, el juego de este Córdoba se destaca por sus individualidades que actúan pegadas a la cal. La primera parte de Fidel y de Pedro Ríos fue de notable, pero el jerezano notó el cansancio demasiado pronto, apenas al inicio de la segunda mitad, mientras que el onubense aguantó hasta el minuto 70. El 90 por ciento de las acciones de peligro llegaron a través de sus botas y hasta Ríos tuvo una ocasión clarísima, fabricada por él mismo, para anotar. Y sin incorporaciones, apenas, de sus laterales. Mucho mérito.

Con llegada y ocasiones

Sólo un par de encuentros son equiparables en cuanto a estadísticas con el partido jugado por el Córdoba en el Carlos Tartiere. En la mayor parte de la Liga, el equipo de Oltra se ha caracterizado por no necesitar excesivas llegadas para anotar, como ocurrió contra el Numancia en El Arcángel o el partido en San Mamés. En condiciones normales, el duelo del domingo debía haber sido ganado, claramente, por los blanquiverdes, que dispararon en 17 ocasiones buscando a Miño, de las que ocho fueron a puerta y dos de ellas se toparon con los palos.

Mentalidad y actitud a tope

Más allá de gestos momentáneos que gustan a la tribuna, lo cierto es que la mentalidad y la actitud del equipo no sólo no fue irreprochable, sino digna de elogio. La intensidad puesta por los que estaban sobre el verde recordó a algunos pasajes de la primera vuelta, aunque en esta ocasión con bastante más juego que entonces. Un juego que también tiene sus sombras, pero a este Córdoba no se le puede pedir más. Sobre todo en esta fase de campeonato. Un equipo loable.

NEGATIVO

De esa forma es imposible

Con reseñar que el Córdoba es el tercer equipo más goleado del campeonato es suficiente. Y si no lo fuera, resulta matador que la mitad de sus goles los haya recibido a balón parado. Más allá de la calidad y cantidad de la defensa (aspectos muy discutibles ambos), lo cierto es que la defensa zonal de Oltra no ha funcionado en todo el campeonato. Y por lo visto en el Tartiere ya produce hasta parálisis por la reincidencia en el error. Que Josete tuviera tiempo de rematar hasta en dos ocasiones deja claro que este equipo acaba la Liga sin saber defender la estrategia. Y sin recambios.

Limitado toda la campaña

No se equivocaba Oltra cuando insistía en dar entrada a Víctor Pérez a pesar de algunas críticas contra el manchego. Con él se producía algo más de equilibrio o, al menos, se disimulaba el escalón que existía entre el juego por bandas (gracias a la calidad que había en ellas) y el que debía producirse por dentro (con muchas descompensaciones y necesidades no cubiertas). Eddy y Caballero no estuvieron exigidos en la contención, pero tampoco se les vio en línea de tres cuartos. Fidel, Ríos, Florin y Xisco fueron diferenciales, el resto, no.

Cifras: del abrazo a...

En esta fase de campeonato se trata ya de puntuar como sea. Para los amantes de los números puros y duros: en la segunda vuelta, el Córdoba está en descenso. Dividiendo la Liga en dos partes, en los primeros 18 encuentros el Córdoba era colíder junto al Osasuna, con 33 puntos; en los segundos 18, se sitúa tan sólo tres puntos por encima del descenso, con 19. No es cuestión de pegada, puede que ni de fútbol: simplemente, es la radiografía de un equipo desfondado sin recursos para suplir o mejorar.