No encontraban explicación en el vestuario a la última derrota del Córdoba. Sobre todo, por la formas. Y eso que se están empezando a acostumbrar a perder puntos con goles en propia portería y a caer tras realizar actuaciones aceptables. "No es el primer partido que pasa, pero hoy ha sido más exagerado. Hemos tenido muchísimas ocasiones y muy claras. Nos pasan mil cosas en cada partido", señaló Deivid, autor del autogol que "casi me arranca la cabeza. Beñat le pega muy fuerte y me coge por medio".

El central admitió que la salvación está difícil desde hace tiempo, pero que no queda otra que pelear y "el que quiera estar que esté y el que no que dé un paso al costado". El canario se dirigió a la afición para "por un lado, pedimos perdón, y por otro, dar las gracias". No obstante, no quiso saber nada de ferias ni de gritos alusivos. "Es libre de decir lo que quiera y no soy quién para meterme en ningún lado".

Para Crespo, que tras jugar ayer de lateral izquierdo ya ha ocupado todas las posiciones en defensa, el partido y el desenlace de ayer son "el reflejo de la temporada. Nos cuesta muchísimo meter gol y, después, a la más mínima nos meten gol. Es un tiro que no iba ni a portería, rebota y se mete. Define lo que ha sido la temporada". Además, destacó que la grada "lo que quiere es compromiso, sacrificio, y aunque se pierda respaldan al equipo‡.

Y pese a las opciones extradeportivas, "aunque administrativamente bajen dos equipos, seguimos descendiendo porque somos lo últimos".