No son pocas las voces que avisaban, tras el encuentro ante el Reus y la «fiesta» final, de que este Córdoba aún no tenía nada hecho y que el peligro de descenso continúa latente, más presente de lo que muchos desearían. Algún resultado de la próxima jornada (que sería, desde luego, una sorpresa), combinado con una derrota en el Ramón de Carranza, volvería a convertir el encuentro contra el Oviedo en El Arcángel en una nueva finalísima llena de angustia. Y de esas ya ha tenido este Córdoba unas cuentas durante la temporada.

De ahí que la importancia de puntuar en Cádiz sea vital, sin necesidad de esperar una jornada tan buena como lo fue la pasada en cuanto a resultados de los rivales por la salvación. Pero el conjunto de Carrión no lo tendrá fácil, sobre todo defensivamente.

Porque entre Liga y Copa, este Cádiz se basa en tres hombres que están marcando una campaña más que notable en la Tacita de Plata. El primero de ellos ya lo dejó claro en El Arcángel, en el encuentro de la primera vuelta saldado con triunfo cadista por 1-3. Entre Liga y Copa, Alfredo Ortuño ha intervenido en 21 de los 51 goles amarillos, con 17 tantos y cuatro asistencias. El delantero murciano anotó dos de los goles cadistas en aquel 1-3 y quebró repentinamente la incipiente resurrección del Córdoba tras la llegada de Carrión. Mucha parte de este éxito goleador se lo debe el pichichi cadista a las dos bandas del equipo de Cervera, probablemente las más rápidas de todo el campeonato y, también, las más decisivas, ya que tanto Álvaro García como Salvi han demostrado que además de esa velocidad, también poseen técnica y lo más importante: gol.

Por el utrerano Álvaro García llegó a preguntar el Córdoba el pasado verano, aunque parecía claro desde el principio que se encontraba lejos de poder hacerse con sus servicios. Con sólo 24 años, Álvaro es fundamental en este Cádiz, en el que ha sido protagonista en 13 de los 51 goles anotados entre Liga y Copa, con cuatro tantos y nueve asistencias. Por su parte, Salva Sánchez se va hasta 11, con siete goles y cuatro asistencias, por lo que los tres aparecen, de una u otra forma, en 45 de los 51 goles anotados por los amarillos en esta temporada, el 88% de la producción ofensiva del conjunto de Álvaro Cervera.

Su importancia no queda tan sólo en la capacidad realizadora, sino que acaparan el propio estilo de este Cádiz, basado en el orden y la fortaleza defensiva atrás (es el tercer equipo menos goleado de la categoría, superado sólo por el líder y el Reus) y la velocidad en las bandas, culminadas por una buena calidad en el remate. Para hacerse una idea del rival del Córdoba del próximo sábado, Álvaro García y Salvi meten una media de más de 10 balones al área rival por partido, mientras que las ahora bandas titulares del Córdoba (Javi Galán y Pedro Ríos) se quedan en la mitad, cinco. Mirando los tridentes de ambos equipos, los blanquiverdes (Ríos, Galán y Rodri) acumulan 287 intentos de regate con 176 exitosos, mientras que el cadista, con Salvi, Álvaro y Ortuño, llegan hasta los 419, con casi 200 efectuados con éxito. Un buen día de los tres o de dos de ellos sería demoledor para los intereses cordobesistas en el Ramón de Carranza, que se verían otra vez golpeados en sus aspiraciones y provocaría, de nuevo, una alerta amarilla por la salvación.

Por su parte, el conjunto blanquiverde continuó ejercitándose ayer en la ciudad deportiva a las órdenes de Luis Miguel Carrión. Domingo Cisma y Héctor Rodas continúan con sus recuperaciones, mientras que la nota triste la protagonizó Carlos Caballero, que ni siquiera empezó la sesión por un contratiempo de índole personal. Juli continúa entre algodones -ayer volvió a ser atendido durante la sesión- lo que ha impedido hasta ahora que el técnico blanquiverde cuente con él para la titularidad, a la que podría regresar el sábado. Otra novedad que ronda la cabeza de Carrión es la de jugar con uno o con dos delanteros, sea en este encuentro o en el siguiente.