Cuando solo se conoce lo que nos cuentan determinados medios o mensajes sesgados creemos que todo el mundo es así. Cuando la mente abre sus puertas de par en par, la visión es distinta, como le ha ocurrido a un grupo de cordobeses, testigos de la unidad frente a la ignorancia. Han visto, con ojos occidentales, el mensaje de la religión musulmana, donde no se habla más que de paz y donde sus semejanzas con los cristianos son como dos gotas de agua.