Una prestigiosa universidad de Estados Unidos manifiesta que hacer ayuno es muy bueno para la mente. Esta es una de las razones que marcan a todas las religiones. Los cristinos, con la Cuaresma, los judíos con la Ta'ani y los hindúes con Vrat. La comunidad musulmana Ahmadía del Islam, de Pedro Abad, celebra desde el pasado viernes, 19 de junio, la fiesta del Ramadán, el ayuno de 29 o 30 días, "dependiendo de la luna", manifiesta el presidente nacional, Abdul Razzaq Chaudry. Este ayuno es obligatorio para los musulmanes adultos de la comunidad, quedando fuera también los mayores que están mal de salud o personas que se encuentren de viaje. Los ahmadíes no comen nada desde que sale y hasta que se pone el sol. Razzaq comunica que "este ayuno consiste en hacer un sacrificio anual, en el que además celebramos numerosas oraciones, damos limosnas a los pobres y nos ponemos en su situación en estos momentos de dificultades, ya que muchos está pasando hambre". Con esta celebración, los musulmanes de Pedro Abad tratan de ponerse en el lugar del pobre, viviendo en primera persona el sufrimiento que supone la falta de comida. Comenta que hay oraciones voluntarias y obligatorias. Comenta Razzaq que estos días se viven con especial sensibilidad, "ya que tratamos de depurar nuestro alma, siendo además una época buena para la salud". Cuando millones de ahmadíes conmemoran el mes sagrado musulmán de Ramadán, la fraternidad que caracteriza a esta época del año en el Islam no se les aplica en Pakistán, que sufre la peor persecución de su historia. Los esfuerzos para eliminar la presencia religiosa y cultural de la comunidad ahmadía en Pakistán tienen una larga duración. Incluso se ha querido borrar la memoria de Abdus Salam, premio Nobel de Física y miembro de esta comunidad. Desde ella se trata, por todos los medios de luchar contra el integrismo islámico y trabaja denodadamente para que esta religión sea vista como anunciaba su profeta, Mahoma, y que hoy continúa de la mano de su jalifa, Hadhrat Mirza Masrur Ahmad.