Montoro recupera 800 metros de la Vía Augusta, la gran arteria de la red de calzadas romanas de Occidente, gracias a un proyecto enmarcado en el programa de Empleo Estable, que destina 123.000 euros, de los que 74.000 son para mano de obra y el resto para el coste de materiales.

La alcaldesa, Ana María Romero (PSOE), ha manifestado que la iniciativa responde al «ánimo del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Montoro» para la recuperación y mantenimiento del patrimonio histórico, «siendo uno de nuestros retos».

Romero resume la actuación como una obra que mejorará «las condiciones de la antigua Vía Augusta (ahora Camino de los Bermejales) mediante una limpieza, consolidación de materiales, canalización de aguas de escorrentía y restauración de algunas zonas de la calzada».

Respecto a su uso futuro, explica que la puesta en valor del tramo será un nuevo recurso cultural a la vez que mantendrá su función como «vía pedestre» y dentro del «singular del sendero GR-48», dotándola de cartelería con información específica sobre su historia, métodos constructivos, usos, etcétera».

El proyecto de puesta en valor de este tramo como patrimonio cultural y natural contempla seguir en lo posible los métodos y formas constructivas históricas de las calzadas romanas en el siglo I, haciendo compatible la intervención con la normativa de restauración vigente y la reglamentación actual de medio ambiente y de caminos y vías rurales para uso deportivo y de ocio.

Así, en el primer tramo de la calzada romana, desde el cruce con el camino asfaltado de la Depuradora hasta la primera salida o bifurcación de la vía, ya se está procediendo a la disposición de una pequeña capa de zahorra artificial de no más de 5 centímetros de espesor, de forma que se proteja el firme original existente. Se trata de una actuación de conservación preventiva por el continuo paso de vehículos agrícolas y el resto de la intervención prevista.

Además, se está afianzando la ladera bajo rasante para evitar el desprendimiento en los taludes, todo ello a través de un rellenado de piedras de gran tamaño y tareas de hormigonado. Paralelamente, los operarios tienen previsto eliminar elementos discordantes y, en donde no sea posible, mimetizarlos en la intervención. Posteriormente se actuará para quitar hitos distorsionadores del paisaje o que puedan suponer un obstáculo o riesgo para los usuarios de la vía. Entre ellos se encuentran dos postes de luz sin uso y sin cableado junto a la vía romana. Por otro lado, se procederá al aplacado con piedra arenisca molinaza de las bases de cimentación de los postes eléctricos aún con uso, así como del sistema de canalización de las aguas pluviales de la zona.

La alcaldesa explica que «se va a eliminar la vegetación y las colmataciones de áridos y sedimentos», restos vegetales y de la erosión del entorno que han afectado enormemente a sectores del tramo a recuperar, y para los que hay que crear una infraestructura de recogida de aguas pluviales que va mucho más allá del área de la superficie de la calzada.

Para ello, los técnicos y operarios que están trabajando en esta actuación tienen previsto realizar una primera pasada con una miniexcavadora, manteniendo la distancia de protección del pavimento original, que se completará con un minucioso repaso posterior por los peones con cepillos de raíces. Los áridos y la vegetación se enviarán a un vertedero autorizado.