La 51ª Jalsa Salana (Convención Anual) de la Comunidad Musulmana Ahmadía -cuya sede en España está en Pedro Abad- en el Reino Unido se ha celebrado este año del 28 al 30 de julio con un potente e inspirador discurso de su líder mundial y quinto jalifa, Hazrat Mirza Masrur Ahmad, ante más de 37.000 personas. También participaron muchos invitados no áhmadis y no musulmanes. El evento se transmitió en directo a través del canal de televisión MTA International y online.

Un aspecto destacado fue el juramento de lealtad, conocido como Bai’at, que tuvo lugar el domingo por la tarde, donde los participantes juraron su lealtad a Hazrat Mirza Masrur Ahmad como el quinto jalifa del Mesías Prometido. Los participantes formaron una cadena humana que conducía hacia él mientras repetían las palabras del juramento al unísono. Antes de la ceremonia, Marur anunció que el año pasado más de 600.000 personas de todo el mundo se habían unido a esta comunidad musulmana y que ya se encuentra en 210 naciones.

Durante su discurso de clausura habló de las consecuencias de la publicidad negativa que el Islam recibe en gran parte del mundo y de cómo la Comunidad Ahmadía trata de contrarrestar la falsa información que se está difundiendo.

Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo que «cuando los musulmanes ahmadíes de todo el mundo alzamos nuestras voces y explicamos a la gente el verdadero mensaje de paz del Islam, la reacción es invariablemente de sorpresa. La gente se sorprende al ver lo que el Islam realmente representa, puesto que previamente sólo conocían lo que los medios de comunicación les han alimentado. Lamentablemente, la mayoría de los medios de comunicación se centran exclusivamente en las acciones de una minoría de extremistas y han perpetuado el mito de que el islam, Dios no lo quiera, es una religión de violencia. Esto ha llegado hasta el punto de que, tanto en las aldeas remotas en África como en los países desarrollados como Estados Unidos, la gente tiene opiniones similares y negativas sobre el islam». Para explicar las enseñanzas del Islam sobre la tolerancia religiosa citó el capítulo 6 versículo 109 del Corán, que dice: «Y no insultéis a quienes ellos invocan en lugar de Al-lah, no sea que ellos, por despecho, insulten a Al-lah en su ignorancia. Así hicimos que cada pueblo considerara justas sus acciones. Pero después volverán a su Señor y Él les informará de cuanto hayan hecho».

Remarcó que los países musulmanes no tienen la capacidad de producir las armas sofisticadas que están arruinando sus países y que están siendo importados desde el extranjero. Estas armas acaban en manos de terroristas y extremistas y causan destrucción y devastación.

También aseveró que «no hay ninguna justificación posible para decir que el islam es una religión que destruye la paz del mundo o que desea destruir los lugares de culto de las demás religiones. Aquellos que se dedican a actividades tan abominables -por ejemplo, la destrucción de iglesias o sitios religiosos históricos famosos- están actuando totalmente en contra de las enseñanzas del islam. Que quede claro que Al-lah el Todopoderoso no les recompensará con un lugar en el cielo, sino que se reservará un lugar en el infierno para aquellos que están involucrados en este mal». Concluyendo su discurso, dijo que solo el Islam proporciona las soluciones a los problemas del mundo.

Concluyó diciendo que «el mundo ha agotado todos los medios y los planes mundanos para establecer la paz, pero lamentablemente estos esfuerzos han fracasado terriblemente. Más bien, vemos cómo el desorden, el odio y el conflicto continúan intensificándose y empeorando. La verdad es que hasta que el mundo adopte los verdaderos principios islámicos de amor y justicia en todos los niveles de la sociedad, no podrán alcanzar la paz». También intervinieron políticos y eruditos de todo el mundo.