Reporteros de la cadena BBC, alumnos de colegios de Villafranca y Montoro, amantes del medio ambiente y de la naturaleza acudieron a la suelta de dos nuevos ejemplares de lince en la finca La Ventilla, llamados Noa y Navío y procedentes del centro de cría de Granadilla. Estos dos linces han sido seleccionados genéticamente para complementar la población del área del Guadalmellato, donde este año ya se han soltado cuatro ejemplares. El director del programa Iberlince, Miguel Ángel Simón, dijo a este periódico que «no es tan importante en sí el número, sino que uno de los objetivos del proyecto es que esta zona ya está conectada con Cardeña». Ello se traduce en la existencia de un intercambio fluido de ejemplares de la población original de Cardeña, Andújar y Guadalmellato, y en la zona intermedia -la parte norte de Montoro y Adamuz- ya hay establecidas cuatro hembras que se están reproduciendo, con lo que genéticamente se está realizando el citado intercambio de manera natural. Por tanto, el lince sigue ampliando su territorio en Sierra Morena.

El delegado territorial de Medio Ambiente, Francisco Algar, apuntó que, «como siempre, detrás de cada lince hay una historia». Añadió que «la madre de Navío se localizó recientemente fallecida y su hermana se crió en cautividad». En cuanto a datos, comentó que «tenemos ya 397 ejemplares en Andalucía, cuando en el 2002 teníamos solo 94».

Por último, señaló que es fundamental el apoyo social para conseguir estos resultados, aprovechando el delegado para decir que este es uno de los cinco proyectos seleccionados por la Unión Europea para la conservación de las especies de los últimos 25 años, «siendo un incentivo para continuar trabajando en ello».

El alcalde de Villafranca, Francisco Palomares, calificó el proyecto de «excelente», ya que, a su juicio, «está ayudando a mejorar el medio ambiente y a convertir nuestra tierra en el epicentro de la reintroducción del felino más amenazado del planeta, y lo estamos notando no solo con el apoyo social, las administraciones y los propietarios de las fincas, sino con el turismo».