Siete días después de Semana Santa, con un tiempo espléndido y entre una gran expectación, el pueblo de Bujalance en general, padres y niños en particular, vivieron la Semana Santa Chiquita, emulando a la Semana Santa Mayor. El cortejo salió a las seis de la tarde de la Parroquia de San Francisco, donde numerosos niños acompañaron a las imágenes o llevaron los pasos a hombros y a costal, de Ntro. Padre Jesús Nazareno y el Cireneo, Ntra. Sra. de la Esperanza bajo palio, el Cristo Crucificado de la Buena Muerte, Ntra. Señora de los Dolores y Jesús Resucitado. Por su parte, los más pequeños, vestidos con túnicas, llevaban farolitos, palmas, campanitas y los atributo de cada imagen, además niñas vestidas con mantilla. Los pasos estuvieron acompañados musicalmente por la banda de Tambores y Cornetas del Imperio Romano y numerosos niños de romano con espadas y lanzas. En el recorrido, numeroso público aplaudía las «levantás» y el baile que los niños daban a los pasos. Los momentos más bonitos fueron la salida, Carrera Oficial y el nuevo palco.