El Ayuntamiento de Montoro custodia una espada ibera que ha sido entregada por el dueño de una finca situada junto la campiña, junto a la Vía Augusta. Este nuevo hallazgo arqueológico ha sido datado entre los años 425 y 350 antes de Jesucristo y, de momento, es el primero que se ha encontrado en la localidad. Sí se sabe que el mundo ibero estuvo muy presente en Montoro, sobre todo en el Llanete de los Moros, que se destruyó entre los años 60 y 70 del pasado siglo, tras la construcción del Instituto de FP Antonio Galán Acosta, según explica el cronista oficial y archivero municipal, José Ortiz. Así, añade que «las pocas falcatas que salieron en su día se encuentran en el Museo Arqueológico Provincial».

Ortiz explica que la pieza se denomina «espada corta ibera, del tipo Quesada III, y por el entorno no ha aparecido ninguna». El historiador añade que se han encontrado cerca en la finca La Aragonesa, en Villa del Río, así como en Mengíbar (Jaén) y en Illora (Granada). La aparecida en Montoro tiene una longitud de 31 centímetros. La hoja está deformada, «pero no de forma accidental -aclara Ortiz- ya que en los enterramientos, cuando tenían que anular ese tipo de espadas las doblaban para que no se pudieran utilizar», ya que formaban parte de la vida del guerrero fallecido. Tras los primeros contactos con el arqueólogo provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Alejandro Ibáñez Castro, y un primer estudio preliminar de la pieza realizado por Fernando Quesada Sanz, director del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, próximamente se hará una presentación pública de la misma. Junto a la citada estela, que sigue siendo objeto de estudio, esta nueva pieza los vecinos quieren que se quede en el Museo Arqueológico de Montoro tras su estudio para que aumente de esta manera el patrimonio arqueológico de esta localidad milenaria, en la que el antiguo Betis ha sido el centro de numerosas culturas.