La ágil respuesta del Infoca evitó un desastre natural el 2 de agosto tras un incendio en la finca El Calvario, de Villafranca de Córdoba. Desde las 18.30 de aquel día y hasta bien entrada la tarde del día 3 trabajaron a destajo varios retenes del Infoca. El alcalde de esta localidad, Francisco Palomares, quien permaneció atento en todo momento, dijo que «a las 21.30 horas del día 2 fue controlado, afectando a casi 5 hectáreas de pinos y matorral». Según fuentes consultadas por este periódico la incidencia no va a suponer ningún perjuicio a la flora de la zona. La primera voz de alarma fue dada hacia las 18.30 horas. Posteriormente se trasladaron hasta el lugar varias unidades del Infoca, así como los bomberos de Montoro, cuatro helicópteros del Infoca y dos avionetas y un helicóptero de la empresa Aéreos Espejo.

El alcalde destacó «la magnífica coordinación existente en los trabajos de extinción del fuego, que ha sido impresionante». También resaltó que «el fuego se detectó muy rápido, a través de Juan Zamorano, agente forestal de Villafranca, y como medida preventiva se ha desalojado a medio centenar de personas mayores que se encontraban realizando actividades en el albergue Fuente Agria, siguiendo con ellas en el pabellón cubierto». La ágil intervención ha propiciado que el fuego no hubiera causado una fuerte catástrofe natural en la falda de Sierra Morena.

Los bomberos del Infoca se trasladaron hasta el lugar procedente de Pedro Abad, donde fueron avisados también de un conato en el arroyo del El Asno, con lo que pudieron iniciar las labores de extinción con mayor rapidez.

Hacia las 19.00 horas el viento en la zona hacía temer lo peor, ya que el fuego, que se iba propagando hacia la derruida ermita del Calvario, iba camino de la finca de La Reyerta, propiedad de la Duquesa de Alba, aunque la rápida intervención de las fuerzas de extinción y el amainar del viento ayudaron para que esto no ocurriera. Hasta el lugar del incendio se desplazaron varios equipos de la agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF). Junto a la cuneta de la A-421 recogían pruebas para detectar las causas del incendio, que podría deberse a la propagación a través de una colilla de cigarrillo procedente de la citada carretera.

La A-421 tuvo que ser cortada durante más de tres horas en los kilómetros 4,100 en dirección Villafranca-Adamuz y en el 1,100 en sentido contrario, hasta que fue extinguido el incendio. Numerosos vecinos se acercaron hasta las zonas próximas al fuego, donde la Guardia Civil de Tráfico, Policía Local y Protección Civil coordinaban las labores de control.