El pregón de la Velá de la Fuensanta que ayer ofreció Pepe Ciclos da la oportunidad de mirar hacia atrás para, de la mano de Diario CÓRDOBA y de un periodista de la casa y presidente de la Asociación de la Prensa de Córdoba, Manuel Fernández, revisar la evolución reciente de esta fiesta popular, de La Fuensanta y, más aún, de la propia ciudad en su conjunto y de la sociedad cordobesa.

«Se trata de una fiesta popular, y ese carácter del pueblo lo impregna todo, la parte festiva, la religiosa, las leyendas... No me gusta que esta fiesta haya sido objeto de un enfrentamiento político», afirmaba ayer Manuel Fernández, reiterando los elogios que hace 26 años hizo en su pregón a La Velá a los vecinos de La Fuensanta y al carácter popular de la cita festiva.

Fernández aludía así a los conflictos de años recientes por la organización de la Velá entre sus tradicionales gestores, los colectivos ciudadanos agrupados en el consejo de distrito Sureste, y el Ayuntamiento durante el pasado gobierno local del PP. Incluso, hay que recordar, se llegó a registrar un cierto desencuentro entre los organizadores del programa festivo y los de los actos religiosos, un ciclo éste último, por cierto, que se ha visto potenciado enormemente también los últimos años.

Sin embargo, más allá del carácter popular de La Velá, a la vez tan cercano como mítico, propio «todavía de una Córdoba del siglo XX, de una Córdoba auténtica», el periodista analizó en aquel pregón las esperanzas de futuro que por entonces tenía la ciudad y, particularmente, La Fuensanta. Así, y cuando aún el Balcón del Guadalquivir, El Arenal con su Feria o el parque y el puente de Miraflores eran poco más que un sueño en planos, sin hablar de numerosas reformas de espacios en el distrito Sureste, Manuel Fernández conjuraba en el brindis final del pregón con los vecinos «un milagro en el Guadalquivir. Uno de los prodigios más necesarios para toda la ciudad. Porque este barrio ha llegado a un grado de confianza tal con lo imposible que, paradójicamente, ya nada le resulta inalcanzable».