El pasado de Córdoba, gran parte de la huella escultórica de la ciudad está escrita en mármol y ligada a los apellidos García Rueda. De los talleres que un día como hoy hace trece años cerraron sus puertas después de casi nueve décadas de actividad, que se dice pronto, salieron monumentos que ya forman parte indisoluble de Córdoba. La Fuente de los Plateros de la plaza de San Francisco, las fuentes del Bailío y de la plaza del Cardenal Toledo, el homenaje a Fernández Grilo (las Ermitas), el busto de Matías Prats, la fuente del Ayuntamiento o restauraciones como la del monumento a Manolete del barrio de Santa Marina, el panteón del torero en el cementerio de la Salud o el homenaje a los enamorados de la Judería se fraguaron en las manos de Rafael García Rueda, fundador del negocio en 1915 y de sus cuatro hijos varones, continuadores del mismo a su muerte, Rafael, Pedro, Francisco Luis y Pepe. El tiempo ha borrado el nombre de aquella fábrica de sus dos ubicaciones, primero en la calle Agustín Moreno y después en Puerta Nueva, pero permanece el legado que la familia dejó en muchos rincones de la ciudad.

El periodista de esta casa Manuel Fernández destacaba de ellos el haber sido artífices de la restauración de gran parte del arte sacro y profano que existe en España. «De haber nacido en el siglo X en Córdoba, Abderramán II los habría elegido para levantar Medina Azahara».

Ignacio Luque escribía en diciembre del 2003 un amplio reportaje donde informaba del cierre y recogía las impresiones de los dos hermanos que permanecieron al frente de la empresa hasta el final, Pedro y Pepe, tras fallecer primero Rafael padre y después Rafael hijo. Ambos aseguraban que el trabajo del marmolista era «un trabajo rompehombres» porque a las preocupaciones de cualquier empresa se sumaba un enorme desgaste físico y psíquico. Ambos decidieron echar el cierre al darse cuenta de que «los tiempos que se viven actualmente no son para nosotros» con la intención de cuidarse y recuperar el tiempo perdido. La historia escrita en piedra sigue donde la dejaron.