De las siete personas que han recibido hasta el momento la medalla de oro de la Universidad de Córdoba, Rafael Castejón y Martínez de Arizala (1893--1986) fue el segundo en recibirla después del Rey de EspañaE Juan Carlos I. Un año antes de su fallecimiento, a los 98 años, Córdoba rendía homenaje en vida al veterinario, médico y catedrático cordobés, de larga trayectoria científica. El periódico del día siguiente recogía la noticia: «Rafael Castejón, un cordobés que ya tiene su monumento en vida». Y es que el mismo día que recibió la distinción universitaria, el Consejo General del Colegio de Veterinarios le entregaba una distinción, la Diputación de Córdoba le otorgaba el título de hijo predilecto de la provincia y él mismo descubría su propia estatua «que permanecerá por los restos delante de la facultad de Veterinaria en la que se forjó y a la que tanto aportó». Aquella facultad se convertiría con los años en Rectorado de la Universidad de Córdoba, donde su figura de este «científico ilustre de impronta caballeresca», como lo definió el rector Vicente Colomer, sigue recibiendo a los que visitan el edificio.

Cuenta la crónica de aquel día, firmada por Manuel Fernández, que el acto coincidió con el de apertura del nuevo curso de la Universidad y que fue este hecho lo que aportó el carácter distintivo a aquella edición, marcada al igual que la de este curso 2016/17 por la elaboración de unos nuevos estatutos. Llama la atención de aquella crónica los datos que arroja la memoria del curso anterior, que refleja la matriculación de 10.177 alumnos, bastantes más de los que se matricularon en Córdoba el curso pasado, menos de 9.000.

En el acto, Rafael Castejón, confesó abiertamente que, en su opinión, la Diputación había hecho bien homenajeándole «ya que no hay rincón de la provincia que no haya mirado». Licenciado con 20 años con premio extraordinario de la facultad de Veterinaria y detenido en 1936 por sus ideas republicanas, destacó por sus estudios de zootecnia. En junio de este año se cumplieron 30 años de su muerte.