Ayer se cumplieron 23 años del fallecimiento víctima del sida del internacionalmente reconocido artista plástico Pepe Espaliú, en plena «lucidez de una muerte anunciada», como definió Angel Luis Pérez Villén en uno de los artículos del número especial de Cuadernos del Sur, de Diario CÓRDOBA, en el que se recogía la fatídica noticia y se analizaba ya su legado desde dos ámbitos, eso sí, entrelazados: su obra plástica y su activismo de denuncia social contra la plaga del siglo XX.

En ese mismo número, una recuperada entrevista al artista de pocos meses antes del periodista Manuel Fernández emocionaba, invitaba a la reflexión y daba la visión más cercana y a la vez sublime del creador.

Al respecto, hay que recordar que el artista nacido en Córdoba en 1955, tras su etapa de estudios en Barcelona de filosofía y artes en la Escuela Massana, se terminaría de forjar en París antes de su floreciente actividad pluridisciplinal en Sevilla en los años 80, desde la edición de la revista Figura hasta el dibujo o, especialmente, la escultura.

También estaría después Nueva York, donde se le diagnosticaría su condición de enfermo de sida, lo que marcaría aún más profundamente su obra con una fuerte simbología en los elementos (muletas, jaulas, colores negros...) hasta desembocar en su acción social y artística Carrying, una escultura social en la que un enfermo de sida es transportado por una cadena de voluntarios. Esta acción, el 1 de diciembre de 1992, entre el Congreso de los Diputados y el Museo Reina Sofía, marcaría un antes y un después en España en la concienciación de la lucha contra el sida.

Actualmente, la restaurada casa patio del siglo XVIII de la calle Rey Heredia 1 alberga el centro de arte, que mantiene muy viva su memoria y permite a los cordobeses y visitantes, con una exposición permanente de casi 40 obras del creador cordobés, acercarse al artista y a su trayectoria personal, además de estar abiertas a muestras temporales en las que el espíritu de Espaliú sigue vivo. Tan vivo, activo y activista como siempre.