Una diva en la Mezquita

En noviembre de 1989, la ciudad de Córdoba disfrutó de un importante acontecimiento musical, tanto por sus protagonistas como por el escenario: Monserrat Caballé y Pedro Lavirgen unían sus voces bajo los arcos de la Mezquita Catedral. La presencia de la soprano catalana causó una gran expectación, que ella supo corresponder con amables sonrisas, pese a su cansancio tras un largo viaje desde China y al catarro con el que llegó a Córdoba, un día antes de la actuación. Tan solo discrepó cuando se enteró de que las puertas de monumento no estarían abiertas a todos los cordobeses, lo que provocó un cambio de planes, haciendo que el recital no se vetara a nadie. «Cantar en la Mezquita con Pedro Lavirgen me hace mucha ilusión, es una ciudad a la que mi marido y yo queríamos venir desde hace, quizá, demasiado tiempo», comentó la artista. Acompañados al piano por Miguel Zanetti, los cantantes entusiasmaron a las más de 4.000 personas que se congregaron en la nave de Almanzor de la Mezquita-Catedral en un magno concierto organizado por el Monte de Piedad y la Caja de Ahorros de Córdoba, Cajasur, con motivo del 125 aniversario de su fundación. La diva de la ópera conoció por la mañana el emblemático monumento cordobés y atendió a los medios de comunicación, a los que reconoció que, a sus 56 años, su fin profesional estaba próximo, aunque seguía descubriendo nuevas obras e interpretando lo que a su edad podía cantar.