El comedor social San Juan Bautista de la Concepción, más conocido como de los Trinitarios, ha llegado a duplicar el número de beneficiarios en los años de crisis económica y estos han pasado de las 783 personas atendidas en el 2006, a las 1.613 del 2014. Los datos del último ejercicio, con 1.422 usuarios, apuntan a una leve reducción y, pese al descenso, indican que la necesidad de ayuda continúa manteniéndose en niveles altos en Córdoba. El 26 de octubre de 1998, Diario CÓRDOBA informó de que los Trinitarios ofrecían 900 comidas al mes a personas sin recursos, un dato que fue facilitado por el superior de la orden, Saturnino Gómez. Las personas a las que se ofrecía este servicio eran transeúntes o cordobeses cuya renta no superaba las 50.000 pesetas mensuales.

El comedor, que ahora gestiona la Fundación Prolibertas, fue impulsado en 1989 por «los Trinitarios, las monjas trinitarias y gente de la parroquia», recuerda su director, Eduardo García. En aquellos años, muchas personas acudían a pedir y «no existía ningún recurso», señala. También afirma que «siempre hemos notado el apoyo de la ciudadanía y de las instituciones», e insiste en subrayar la figura de la hermana Antonia como «alma» de esta entidad, con la que mantiene su compromiso desde hace más de 25 años.

En la actualidad, ofrecen alimentación y servicios de ropero y de ducha, y Eduardo García destaca que «tratamos de poner más acento en la atención social», ya que no solo desean atender necesidades básicas, sino canalizar la búsqueda de soluciones a los problemas de los usuarios, que, según detalla, pueden ser familiares, de desempleo, causados por discapacidades, adicciones o por su salud mental. El año pasado, por primera vez, recibieron más personas españolas que extranjeras.

En cuanto a sus retos, García explica que «las instalaciones se nos han quedado pequeñas y obsoletas», y el proyecto de futuro «pasa por un nuevo centro y un nuevo modelo de intervención menos asistencialista y más buscando la inserción sociolaboral de las personas».