El 25 de junio de 1994, un sábado como hoy, se publicaba en Diario CÓRDOBA un reportaje sobre los actos culturales que iban a tener lugar con motivo del 150 aniversario del Museo de Bellas Artes. El titular era el siguiente: «Sin espacio para el arte» y en él la que fuera directora del museo desde 1981 hasta el 2013, Fuensanta García de la Torre, expresaba su anhelo por el traslado a una nueva ubicación que 22 años más tarde sigue siendo un sueño incumplido. Alejada ya de la dirección, prefiere no hablar del tema y recordar lo mejor de aquel año. «Tengo un recuerdo muy grato del aniversario porque fue la primera vez desde que yo tomé posesión que se hacía una programación grande, con muchas actividades paralelas en las que conjugamos todas las facetas de un museo», explica García de la Torre. «Desde las exposiciones a la investigación, con distintas publicaciones, la conservación y restauración del patrimonio o a la adquisición de nuevas obras», señala. «Aquel año, el Bellas Artes compró La aparición del niño San Antonio de Antonio del Castillo». También recuerda con orgullo que en 1994 se empezaron a hacer «talleres infantiles y escolares con niños, algo que a lo que ahora estamos acostumbrados, pero que entonces era novedoso y permitía dar a conocer a los menores las obras del museo».

El actual director del museo, José María Palencia, estaba por aquel entonces como conservador del Bellas Artes y, para él, «ese año fue el primero en el que yo sentí que la contemporaneidad se abría paso en el museo». Y lo hizo, según él, «con las dos exposiciones de artistas cordobeses». Desde su punto de vista, «el aniversario permitió inaugurar una relación con el arte contemporáneo que en el 2013 volvió a resucitar con la actividad El artista presenta su obra». Ahora que él pilota la nave, afirma que sigue habiendo dos asignaturas pendientes desde entonces. La primera, el traslado a otro edificio, un proyecto que cayó en el olvido con la crisis, y la otra, la apertura al público de la casa familiar de los Romero de Torres, anexa al museo, que sigue a la espera de ser restaurada.