El líder del PSOE, Pedro Sánchez, como renunció a su escaño para no favorecer la investidura de Mariano Rajoy, no podrá participar el miércoles en el debate sobre pensiones al que el presidente del Gobierno se somete, arrastrado por la oposición y las protestas en las calles, para intentar acallar la polémica. Ante este impedimento, un día antes de la sesión extraordinaria, el secretario general del PSOE ha reunido a su grupo parlamentario y ha agitado el debate anunciando nuevas propuestas, que mañana desarrollará la portavoz socialista, Margarita Robles, cuando dé la réplica al líder conservador.

Se trata además de planteamientos relacionados casi en exclusividad con las mujeres, después de las histórica jornada feminista del 8 de marzo. PSOE y Podemos rivalizan por capitalizar el descontento tanto de las mujeres, como de los pensionistas, que el próximo sábado volverán a salir a las calles. En este contexto, Sánchez ha recordado que las féminas "sufren mayor desempleo, cobran menos" y, como consecuencia, obtienen pensiones un 38% menores que las de los hombres.

Ante esta situación, ha exigido al Gobierno que cumpla con la disposición adicional y aumente la pensión de viudedad un 60% este año. Asimismo, ha rescatado una promesa electoral del PSOE y ha reclamado al Gobierno que reconozca un "bonus de dos años de cotización por cada hijo" a la hora de calcular las prestaciones de las mujeres.

También ha reclamado que los cuidadores no profesionales de los dependientes tengan derecho a cotización y que se recupere la universalización del sistema de educación de 0 a 3 años, que en su opinión, con los "recortes" provocados por la crisis, no se cumple.

"Si la recuperación no sale a la calle, la calle sale a reclamar", ha argumentado Sánchez, quien a asegurado que su partido va a "impulsar una agenda por la igualdad", además de reclamar la revalorización de las pensiones y la sostenibilidad del sistema.