El decano de la Facultad de CC. de la Educación de Sevilla no protegió a las dos profesoras y a la becaria que, según sentencia, fueron objeto de abusos sexuales y lesiones por el catedrático Santiago Romero, condenado a prisión. Su inacción acentuó el daño sufrido por las víctimas y, aunque rechazó los hechos, era tarde. La presión de profesores y alumnos lo llevó ayer a dimitir.