El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y SeoBirdLife han recordado hoy que las avenidas de los ríos son un "fenómeno natural" y que "la única forma de reducir los daños" es "respetar y restaurar" los ríos dejándoles su espacio.

WWF ha insistido en que el cumplimiento de la ley sobre aguas e inundaciones es "el único modo de proteger a las personas y sus bienes de las crecidas", porque "los peores daños se producen en las zonas donde se han transformado radicalmente los ríos y se ha ocupado su espacio natural".

A raíz de los desbordamientos en el Ebro, los alcaldes y los responsables de diversas administraciones han reclamado en los últimos días actuaciones como dragados y nuevas infraestructuras, además de culpar de los daños a la actual normativa medioambiental.

Sin embargo, las oenegés han recordado que "las zonas inundables siempre terminan inundándose" y que las normativas, tanto la europea como la española, tienen "suficientes herramientas para prevenir las inundaciones y proteger a las personas, respetando el funcionamiento de los ríos".

Así, han insistido en que los "graves daños" provocados por la crecida del Ebro son "la consecuencia de la lenta aplicación de la Directiva Europea de Inundaciones y el incumplimiento flagrante de la Directiva Marco del Agua y de la propia Ley de Aguas española" y han exigido "que se refuerce y se cumpla la ley" porque es "la única protección real y efectiva frente a las inundaciones".

Los embalses y encauzamientos crean "una falsa sensación de seguridad" y provocan que "se ocupe el espacio de los ríos con distintos usos urbanos", pero "no hacen más que intensificar el efecto de las crecidas naturales".

WWF ha insistido además en que la Directiva Europea de Inundaciones propone "trabajar con los ríos, no contra ellos" y que este año deberían publicarse los planes de gestión de zonas inundables y los sistemas de compensación por daños porque las previsiones del cambio climático indican que las crecidas serán cada vez más frecuentes e intensas.

Mientras, SEO/BirdLife ha recordado que los ríos y sus ecosistemas vinculados proporcionan "unos beneficios económicos inadecuadamente valorados" y que, en el caso del Ebro, las zonas donde se ensancha han sido ocupadas por campos de cultivo, "para lo que se han construido unas barreras que impiden la inundación".

Cuando se producen grandes avenidas el río rompe las motas en un punto que es imprevisible, pudiendo afectar a cascos urbanos y poniendo en peligro a las personas, han explicado en su comunicado, por lo que piden que "se retiren las motas y se devuelva al río el territorio que es propiedad de todos los ciudadanos y no de unos particulares".

De esta manera, en las siguientes avenidas del Ebro, "en lugar de romperse las motas por cualquier sitio e inundar los pueblos, el agua ocupará zonas destinadas a bosques de ribera, sin causar daños a edificios o personas y la biodiversidad aumentará al ampliarse la vegetación".