El palacio del Congreso de los Diputados, que ha sufrido profundas obras de remodelación desde 2012, se encuentra estable y sin "riesgos estructurales que puedan poner en cuestión la seguridad" del edificio, según el informe de la arquitecta conservadora de la Cámara baja, Ana Jiménez.

El informe, al que ha tenido acceso Efe, ha sido repartido hoy a los portavoces de los grupos parlamentarios para que cuenten con información precisa del estado del edificio después de algunas noticias que apuntaban al mal estado de los cimientos.

La arquitecta señala que las fisuras detectadas en la fachada del edificio apenas han sufrido variaciones, aunque sí existe un punto de la esquina sureste de la fachada principal donde se ha encontrado terreno "poco consistente" y será necesario consolidar.

En cuanto al primer sótano del edificio, se está elaborando un proyecto de rehabilitación para restaurar la estructura de los muros de fábrica y adecuar las instalaciones, "de forma que no lesionen los muros".

"A pesar de la aparatosidad de las lesiones que se observan su repercusión en la seguridad de las cimentaciones es muy poco relevante", prosigue la arquitecta, que considera que la reparación recomendada podrá integrarse perfectamente en los trabajos, ya previstos, de rehabilitación general de los sótanos.

El informe, de seis páginas, cita un informe de una consultora de ingeniería que descarta por completo la falta de seguridad del edificio, o daños relevantes en la cimentación.

"Los muros de sótano de la estructura y sus cimentaciones no presentan síntomas de patologías estructurales importantes", asegura el documento, que añade que los "daños puntuales" observados se deben a actuaciones localizadas para el paso de instalaciones "que no afectan a la estabilidad global del edificio".

No obstante, se ha decidido sustituir todas las bajantes del palacio y se ha creado un anillo de recogida en el sótano para eliminar la posibilidad de nuevas humedades en la cimentación.

Actualmente, ya se ha procedido al recalce de todos los cimientos que presentaban problemas, así como al relleno de todas las galerías de saneamiento que han perdido su función por el nuevo trazado de recogida.

El informe de la arquitecta del Congreso, fechado el pasado 19 de febrero, hace también un repaso a las obras desarrolladas en años anteriores tanto en las cubiertas del edificio, como en la segunda planta, donde se habían detectado graves daños en las vigas de madera.

Se ha reparado toda la estructura de madera, procediendo al saneado y tratamiento contra la carcoma, además se han cambiado las bajantes, para alejar el agua de los puntos más delicados, como las pinturas o los frescos.

Asimismo, se ha renovado completamente la cubierta, que se presenta numerosas goteras, y se han cambiado de lugar las instalaciones de climatización, que sobrecargaban el edificio y restaban luz a los patios interiores.

El documento destaca también la retirada de revestimientos de muros y de instalaciones obsoletas y fuera de uso, lo que redundado en un "aligeramiento significativo" de las cargas sobre la estructura.

Es por ello, que considera adecuado realizar ahora nuevos recalces en la cimentación, toda vez que la segunda planta está totalmente descargada, sólo con el peso del propio forjado, sin pavimento, y con los techos y paredes aligerados.

Concluye la arquitecta que los muros de fachada están estabilizados "y no existen riesgos estructurales que puedan poner en cuestión la seguridad del edificio".