La patata caliente de los recortes ha pasado ya del Gobierno central, que anunció por decreto importantes recortes en el ámbito educativo, a la Junta de Andalucía, que ha optado por rebajar los costes de las universidades en 130 millones y finalmente a los equipos rectorales, que serán quienes, en última instancia, deberán decidir el dónde y el cómo se ejecuta el tijeretazo presupuestario. El consejo de gobierno de la UCO, dispuesto a negociar cualquier medida, no quiere perder tiempo y solo un día después del anuncio de la Junta, presentó un primer boceto de su plan de ahorro.

A. RECORTAR POR DONDE MENOS DUELA

El rector de la UCO, José Manuel Roldán Nogueras, ha establecido como prioridad recortar los nueve millones que hacen falta para cuadrar el presupuesto (el 8% de los 130 millones que se exige al conjunto de universidades andaluzas) por donde menos duela. Esto se traduce en que el sacrificio será compartido y que afectará más a quienes están en mejor situación. Aunque todo está aún por cerrar, las primeras hipótesis apuntan a que la anunciada reorganización de la estructura universitaria llevará a reducir altos cargos y a que el aumento de la dedicación docente impuesto por el gobierno permitirá prescindir de algunos profesores. Eso sí, en caso de que sea necesario despedir a alguien, los primeros en caer serán los profesores asociados (aquellos que tienen una profesión aparte de las clases que dan en la Universidad), garantizando así el puesto de los jóvenes investigadores cuya única fuente de ingresos es la UCO. Lo que no está descartado sino confirmado por el consejero del ramo es una rebaja salarial. Solo queda averiguar el porcentaje.

B. MENOS LUZ, TELÉFONO O FOTOCOPIAS

La Universidad de Córdoba ha realizado en el último año un esfuerzo de austeridad que ha permitido a la institución un importante ahorro. Aún así, la tijera también se seguirá aplicando en el capítulo de gastos corrientes. En concreto, se apretará al máximo los costes de telefonía, desplazamientos, fotocopias y eficiencia energética. En este ámbito, la UCO está dispuesta a renegociar los contratos de suministros con la idea de llegar a acuerdos más beneficiosos que permitan rebajar los costes al mínimo. Otra de las líneas por las que se va a intentar ahorrar será prescindiendo de todos aquellos grados, másteres y centros que no tengan un mínimo de alumnos. No son muchas las carreras que en Córdoba están faltas de estudiantes, pero alguna hay que puede eliminarse en aras de reducir costes. Lo que no se prevé es aumentar la ratio de alumnos por clase, si bien existen ya centros en los que el solapamiento de planes fruto de la aplicación del plan Bolonia haría realmente complicado aumentar aún más la ratio. De hecho, cuando concluya tal solapamiento de planes, muchos contratos temporales concluirán y no serán renovados.

C. AJUSTAR LAS CLÁUSULAS DE LOS CONVENIOS

Los sindicatos ya se han manifestado al respecto. Están en contra de los despidos y también de la rebaja salarial. Sin embargo, el plan presentado en el consejo de gobierno de la UCO abre la puerta a renegociarlo todo. En lo que respecta al Personal de Administración y Servicios (PAS), se propone revisar los convenios colectivos vigentes y la suspensión de las convocatorias para provisión de necesidades de carácter temporal. La idea se amplía al ámbito del personal docente e investigador, en el que se propone revisar el convenio colectivo del PDI laboral y la revisión normativa de los profesores eméritos, así como la revisión de las reducciones de carga docente a titulares de órganos de gobierno. La negociación se antoja como clave en esta andadura, ya que los convenios laborales actuales podrían sufrir importantes modificaciones para ajustarse a las necesidades presupuestarias. El pasado jueves, había voces que hablaban ya de reducción salarial media en torno a un 5%, un porcentaje que dependerá de los casos, ya que no todos los sueldos dependen de las mismas instituciones. En concreto, los funcionarios podrían sufrir una rebaja de su sueldo aplicada a l o s complementos autonómicos, ya que actualmente sus atribuciones salariales dependen del Gobierno.

D. LOS PLAZOS PARA EJECUTAR EL CAMBIO

El rector de la UCO anunció el jueves su intención de que el proceso se realice con celeridad. Sin prisas, pero sin pausas. De momento, muchas cuestiones aún no han sido aclaradas por la propia Junta, con quien corresponde negociar los márgenes de actuación. La semana que viene y la siguiente universidades y Junta discutirán los pormenores de los ajustes. Entre otras cosas, se negociará la horquilla en la que deberá aplicarse la subida de las tasas universitarias impuesta por el Gobierno de Rajoy. A partir de ahí, se prevé que los consejos de gobierno de la UCO previstos para los meses de junio y julio sirvan para establecer las medidas concretas que deberán aplicarse en la Universidad de cara al próximo curso. En todo caso, las decisiones, siguiendo la filosofía expuesta, deberán tener un tiempo de digestión que permita aunar el máximo consenso.