Las inundaciones del Ebro han afectado en Aragón a unos 2.000 agricultores y unas 19.200 hectáreas, según los cálculos iniciales del Gobierno regional, que trabaja a contrarreloj para retirar los animales ahogados por la crecida para evitar que haya problemas sanitarios.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha facilitado estos datos tras abrir en Zaragoza la segunda oficina de atención a los afectados por la riada, donde ya hay otra en servicio en la localidad de Alagón, a la que se sumará una tercera esta tarde en Quinto de Ebro.

Lobón ha señalado que del total de hectáreas inundadas unas 14.000 son tierras de cultivos, que han sido evacuadas unas 20.000 cabezas de ganado de unas 175 explotaciones ganaderas, de las cuales siete tienen animales muertos en sus instalaciones.

Se calcula que puede haber más de 4.000 animales muertos en estas granjas, en las que personal propio y de la empresa publica Sarga trabajan "a contrarreloj" para proceder a su retirada y evitar que haya problemas de infecciones, ha explicado el consejero, quien ha destacado que espera que no haya infecciones y que las bajas temperaturas contribuyan "a que no sea así".

Las balsas de agua con animales muertos se encuentran en localidades como Gallur, Villafranca y Remolinos. En esta última población el problema ya se ha resuelto, ha precisado.

Tras afirmar que espera que esta operación "se termine cuanto antes", el responsable aragonés de agricultura y ganadería ha añadido que también se actúa en granjas con animales vivos aislados, a los que se suministra medicamentos y alimentación por lanchas.

El consejero ha avanzado que el próximo lunes se realizarán vuelos sobre las zonas inundadas para poder delimitar y saber con precisión los daños causados por esta riada y así concretar las ayudas para los damnificados.

Al respecto, se ha referido a los 60 millones de euros anunciados por el Gobierno central para los damnificados de toda la cuenca, aunque ha reconocido la provisionalidad sobre cualquier dato de los daños ya que no se sabrán con exactitud hasta que no desaparezcan las aguas, pero que la voluntad "es saberlo cuanto antes y repararlo"

Las oficinas abiertas por el gobierno aragonés para atender a los damnificados y los equipos que recorrerán los pueblos afectados por las inundaciones tienen como objetivo saber con precisión los daños, a quien corresponden y qué hay que hacer, ha explicado

Estarán abiertas "todo el tiempo que haga falta" para que cada una de las personas afectadas "pueda saber lo que tiene que cobrar", porque la voluntad de los gobiernos aragonés y central, ha remarcado, es restaurar cuanto antes el patrimonio de los afectados.

Por otra parte, el consejero ha reiterado que desde Aragón se está "radicalmente contra del trasvase del Ebro", ante las "voces" que en este sentido se han realizado desde la Comunidad Valenciana y ha lamentado que se aproveche cualquier ocasión para "decir aquello en contra de lo cual estamos radicalmente".

Frente "a esas voces valencianas están las voces de Aragón, que dicen que estamos radicalmente en contra del trasvase bajo cualquier hipótesis", ha argumentado Lobón, quien ha agregado que lo que si están a favor es del Pacto del Agua de Aragón, porque, a su juicio, si se hubiesen hecho todas las obras "esto tampoco hubiera pasado".

En su opinión, la regulación es fundamental no solo es para los regadíos sino "para recoger la que excede y para que no pasen estas cosas", porque dos de las causas de la riada, entre otras, han sido la falta de regulación completa y la falta de limpieza del río.

"A los valencianos -ha concluido- yo les respondo, con todo el afecto, que seguimos en nuestra tesis radical de en contra del trasvase del Ebro y a favor del Pacto del Agua".