El empresario Manuel Nadal, consejero delegado de la empresa Promomed, admitió ayer ante el juez José de la Mata haber pagado una comisión de 413.713 euros a Jordi Pujol Ferrusola por sus labores de intermediación para conseguir inversores que quisiesen participar en la construcción de unos apartamentos de lujo en Ibiza. El constructor, que declaró como testigo, defendió la legalidad de la operación, por ser una obra privada, y dijo que su empresa no ha trabajado para la Generalitat de Cataluña.

La misma versión ofreció Sebastián Vives, de Life Global Group. Los testigos contaron que se pusieron en contacto con Jordi Pujo Ferrusola a través de Jordi Puig (hermano del exconsejero de la Generalitat Felip Puig) y que el primogénito del expresidente les consiguió inversores por un importe de 25 millones de euros. Por ello, le pagaron la citada comisión, que estaba recogida en su contrato.

También reconocieron que ofrecieron a Pujol júnior participar en el proyecto y que este asistió a reuniones y propuso cambiar al arquitecto, rebajar la calidad de los materiales de las casas, y reducir el importe del piso piloto que rondó el millón de euros. Además, le ofrecieron un derecho preferente para comprar una de las casas, valoradas en dos millones de euros. Pujol hijo realizó una reserva de 200.000 euros, pero finalmente perdió el dinero porque no compró el apartamento.

Hoy comparecerá en la sede de la Audiencia Nacional, en Madrid, el matrimonio formado por Jordi Pujol y Marta Ferrusola. Según fuentes jurídicas, el expresidente catalán tiene intención de contestar a las preguntas que se le formulen en calidad de imputado. Mañana será el turno de Jordi Pujol hijo.