Antonio Pulido (Castro del Río, marzo de 1965) hace enseguida fácil y cordial la conversación, y, aunque se le ve acostumbrado al mando, su interlocutor no percibe rigideces ni distancias en el trato. Quizá ese don de gentes haya contribuido, junto con su declarado empeño de acometer nuevos proyectos, su visión de futuro, a su fama de buen negociador. En 5 años, ha pasado de la presidencia de El Monte (2006) a la fusión con San Fernando y presidencia de Cajasol (2007), la absorción de Caja Guadalajara (2009) y la integración en el SIP Banca Cívica con Caja Navarra, Caja Canarias y Caja de Burgos (diciembre del 2010), en donde es co-presidente y preside el consejo de administración.

Este ciudadano casado y con tres hijos, que ejerce de castreño --y también de cordobés-- donde se tercie, había empezado su trayectoria profesional en la Universidad de Sevilla, donde se quedó como profesor (también ha dado clases en la Pablo de Olavide) después de terminar la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales y con su doctorado en Economía en el bolsillo. Desde ahí fue reclamado para distintos puestos en la Junta de Andalucía y en la administración de empresas públicas, hasta que desembarcó en El Monte como secretario del consejo de administración, puesto al que accedió en representación de las empresas de economía social de Andalucía.